Tensión mejor que indiferencia

Observo síntomas de nerviosismo en determinados jugadores del plantel cadista que me llevan a reflexionar. Veo que para ellos será difícil encajar el evidente fracaso que en un par de meses pondrá punto y final a la temporada. Las inoportunas manifestaciones de Lobos, la manifiesta claridad con la que se expresó Morán respecto a su continuada ausencia en el once y hasta las declaraciones de Ramón de Quintana, dejando entrever que, hasta la prensa, todos somos culpables de que no se marquen goles, son pruebas evidentes de la tensión existente en todos y cada uno de los jugadores de nuestro Cádiz. Podría añadir el plante, una vez más, de Sesma a los medios tras la sesión matinal del miércoles, pero particularmente no es algo que me sorprenda, mucho menos imaginando el estado de ánimo que debe tener dada la pésima temporada que realiza.

Con todo lo dicho, entiendo que la tensión del plantel es mejor, bastante mejor, que la indiferencia. Esto último significaría no sólo falta de profesionalidad de quienes se enfundan la elástica amarilla, sino un mal presagio de futuro, ya que más de la mitad de la actual plantilla continuará, salvo una inesperada limpia, la próxima campaña. En definitiva, que hacen bien en cabrearse cada uno a su forma, aunque igualmente deberán aceptar cuantas críticas les vengan. Y ahora, me cojo las maletas y parto hacia Canarias, donde, por cierto, Mirosavljevic hará los comentarios del encuentro para la SER en Cádiz.