Utilizando una expresión que usamos con frecuencia, 'con tó el pescao vendío', el Cádiz llega a Soria dispuesto a sumar tres puntos para mantener viva la llama de una ilusión que muchos aficionados han perdido ya. La distancia con el Almería, tercer clasificado, presagia que a lo más que se aspira es a una digna clasificación, aunque los futbolistas argumenten que mientras las matemáticas no digan lo contrario, se partirán el alma. Faltaría más, añado yo. Pese a todo, y con el alicaído ánimo de los que sentimos el azul y amarillo, estoy convencido que mañana será tarde de radio. Sin televisión, y con los primeros desfiles procesionales, este Domingo de Ramos serán centenares los que por las calles de la ciudad añadan a sus pertenencias el transistor y sus auriculares para no perder detalle de lo que puedan hacer los de Jose González.

Y digo más. Si Armando, Vella, De Paula y compañía ganan y recortan diferencias al Almería, que juegan en Gijón, un porcentaje significativo de gaditanos retrocederán en su rotundo pesimismo y volverán a sentir la ilusión. Pero no irá más allá del Domingo de Resurrección si no se logra la segunda victoria consecutiva, esta vez ante el Sporting. Dicho esto, sólo deseo que la meteorología acompañe y, con el respeto que merece un domingo tan señalado, que sea más de uno el que salte de alegría cuando escuche que el Cádiz ha marcado en Soria. De hecho, ya le ocurrió a una persona del club, el jurídico Martín José García, hace un par de años.