La Copa se enseñorea de Sevilla

Luis Fernández dijo nada más eliminar al Madrid que quería el Sevilla, y el Sevilla le ha tocado. ¡Menudo derby! A caballo entre centenarios, con un Sevilla en el mejor momento de su historia y un Betis apurado que empieza a mejorar de la mano del Machote y que tiene ahí, a mano, la escapada a todos sus agravios. Sevilla y Betis viven otra Liga, otra Copa, otro mundo. Para los béticos, eliminar al Sevilla sería anular de un plumazo sus títulos de UEFA y Supercopa. Para los sevillistas, metidos en otras guerras (Liga, UEFA...) este es un compromiso repentino de máxima magnitud. Jugarretas de la Copa.

Otra eliminatoria de tronío: Barça-Zaragoza. El Barça, que está entre un sí y un no, sin que sepamos todavía si se va a reconstruir o no, ante el equipo que más en su entraña lleva la Copa desde que el Athletic, ¡ay! dejó de ganarla. Por supuesto que el Barça ha ganado muchas más copas que el Zaragoza, entre otras cosas porque empezó a ganarlas muchísimo antes. Pero esas copas se disuelven en la larguísima sala de trofeos del Barça, mientras que las del Zaragoza representan lo mejor de su historia. Y le acreditan como club especializado en este torneo, que moviliza a la ciudad con una emoción distinta.

Y dos eliminatorias que agrupan a los 'outsiders'. El rutilante Valladolid que galopa triunfal hacia la Primera contra un Depor que se agarra a su recuerdo reciente, necesitado de un respeto que sólo puede renovar con un zapatazo en la Copa. Y el Getafe de Schuster, con la muesca del Valencia en su revólver, contra ese Osasuna felizmente rehecho tras superar la nostalgia de la salida de Aguirre, precisamente su última víctima. Me gusta. Pena que la Federación haya hecho un tonto calendario que parece pensado para enfriar otra vez la Copa, ahora que está caliente... En fin, la Federación.