Y lo peor es el estado anímico
En el Lorca tienen claro que no sólo había que cambiar al técnico para variar la dinámica del equipo, sino que hay que tomar más decisiones y éstas pasan por reforzar la plantilla. Todas las miradas apuntan, debido a las reiteradas lesiones de los zagueros, a contratar a un central y, por la escasez realizadora del equipo, a un delantero. Pero además de jugadores que mejoren lo que ya hay y que hagan que el resto eleve sus prestaciones, seguramente el problema va un poco más lejos y ya no es cuestión de más calidad, más fuerza o más efectivos, sino de confianza y autoestima.
El problema es que eso del estado anímico de un futbolista no se puede entrenar y sólo es cuestión de que empiecen a salir bien las cosas. Posiblemente la mejor cura contra los males del cuadro de la Ciudad del Sol es que logre un triunfo, lo que es de esperar es que éste no llegue demasiado tarde, ya que la espiral en la que se encuentra el equipo actualmente es más peligrosa incluso que ser segundo por abajo en la clasificación. Eso no quita para que con otros jugadores, con ganas de triunfar y tener minutos, colabore para que los de Salmerón salgan de abajo.