Zubieta, de Rocky a La vida es bella

Lo que cambia un partido. Fíjense: tres puntos han cambiado de manera radical el panorama que cada día se ve en Zubieta. La bendita primera victoria de la temporada ha traído paz y armonía. Hace unos días, el campo de entrenamiento de la Real parecía no menos que un cementerio. Caras largas y serias, silencio sepulcral, pesimismo y pésames Se lo imaginarán. Algo lógico, por otra parte dada la situación del equipo. Todo fruto de una situación insostenible para cualquier club. Algo que fue cargando el ambiente hasta provocar tal estado de ansiedad que derivó en espectáculos lamentables como los de Gari Uranga y Garitano enfrentados, o el más difundido y espectacular combate de boxeo entre Juanito y Rossato, que terminó con éste en el hospital.

La Real ganó ante el Nàstic su primer partido y el panorama es bien distinto. Rostros relajados, sonrientes y confiados, optimismo, bromas y chistes varios como corresponde al hito. "Estoy contento por ver la cara de mis compañeros al ganar un partido", dijo Rivas ayer. Mejor ejemplo Zubieta ha pasado de Rocky a La vida es bella. Películas bien distintas. Algo que ya se sabía. ¿Y por qué no se ganó antes? Lo peor de todo es que la vida de esta Real pese a lo del Nástic no es bella. Se ganó y sólo se evitó la ruina. Y gracias. Porque las carencias fueron las mismas. Rivas resume su valor. "Para hacer bueno ese resultado, hay que ir a Vigo a ganar". Y Xabi Prieto remata: "Con esta victoria se puede ir más tranquilo, pero hay que pensar que es necesario puntuar".