Lo dicho: en caso de duda, fútbol

Contaba Manolo Lama en la transmisión de la SER que en la reunión del domingo los jugadores consensuaron con Capello un par de cosas: que los laterales se soltaran más hacia arriba y que al menos uno de los dos medios centros se desenganchara en las jugadas de ataque, para incorporarse al mismo. Y así se hizo. Y además entró Robinho, que demostró que lleva un gran jugador dentro. Y en la defensa estuvo Helguera, el proscrito, que le da la equipo mejor salida porque tiene mejor manejo que ninguno de los que hasta ahora han jugado en esa zona. Y el equipo fue otro.

Otra disposición, otra alegría.

Porque el plan les convencía, y lo siguieron con natural entusiasmo. Ya se sabe: en caso de duda, fútbol. Así fue. Más cerca unos de otros, más agrupados a la hora de elaborar en el ataque. Con Guti como armador de todo, pero ahora con los demás cerca, dispuestos, ofreciéndose. Y con una buena actitud general para recuperar el balón. Con un par de puñales, Roberto Carlos y Robinho, en la banda izquierda. Todo funcionó mejor y los goles llegaron como consecuencia de ello. El primero, en un corner. Los demás, en buenas combinaciones de ataque. El último, con un preciosismo de Van Nistelrooy.

El Madrid encajó un gol de corner, sí, y Casillas tuvo que hacer algunas paradas. Pero yo animaría a Capello a tomarlo con filosofía. Merece la pena cambiar blindaje por juego de ataque, y más cuando uno dispone de talento que explotar en el área contraria. Fue un partido abierto, con llegadas, con goles. Pues estupendo. Lo ganó el Madrid, porque jugando así también se ganan partidos, y además resulta más divertido y más gratificante. Ahora se espera el derby con otra cara. Claro, que el Barça no es el Steaua. Aunque viste igual, no es lo mismo. Pero al menos ahora el Madrid está en pie.

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