Luis, entre Gary Cooper y Cary Grant

Allá voló Luis Aragonés, hacia Suecia, al frente de esa tropilla confusa y desigual en la que lo mismo uno afirma que echa en falta al capitán como otro dice que el siete no es el número de Raúl, sino "el número que llevaba Raúl". Y mientras vuela, Lotina está a la espera de lo que ocurra, porque a la vez él tiene a la espera al Racing. "Esperadme un poquito, por si..." El por si es por si a España la revuelcan en Suecia y Luis sale expelido al puro aire de la calle. En ese caso, Lotina será el nuevo seleccionador nacional, quizá ya ante Argentina, el miércoles, en la lujosa inauguración de la Nueva Condomina.

Veo a Luis entre Gary Cooper y Cary Grant, protagonistas respectivos de dos de las grandes películas de mi infancia: "Solo ante el peligro", el sheriff que patrulla la calle principal esperando los balazos de cualquier esquina, y "Con la muerte en los talones", el honrado agente de comercio al que toman por peligroso espía y le persiguen. Pero esta película no la dirige Fred Zinnemann ni Alfred Hitchcock, ambos los cuales hicieron ganar al bueno, sino Ángel Villar, que no sé si tiene el mismo tino para idear finales felices. Lo suyo es más el dejad hacer, dejad pasar, así que veo a Luis en globo si perdemos mañana.

Un poquito se lo ha ganado, reconozcámoslo. Por el farol antes del Mundial, que ahora le pesa. Por la dimisión presentada y retirada en horas, con eso de las connotaciones. Y sobre todo por la mala gestión del caso Raúl. Raúl es mucho Raúl, y su ausencia se ha convertido en un fantasma que le persigue, ya en forma de esa silueta de cartón que los compañeros de Onda 6 llevan de aquí para allá (buena ocurrencia, que pone de relieve que, aunque no esté, Raúl sigue estando) o en la de preguntas, declaraciones o incesantes debates. Una carga más en las siempre abrumadas espaldas de todo seleccionador.

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