¡Basta ya de hablar de las finales!

Se acaban los argumentos. Parece increíble que los futbolistas hablen a la Prensa de que el próximo partido es "como una final" cuando aún no han disputado la cuarta jornada. Será que los profesionales han descubierto un nuevo tópico y les va de maravilla. Más vale eso que pensar en atender los intereses de los aficionados, ansiosos de escuchar, ver o leer lo que dicen sus ídolos, esos que tienen en la cabeza mientras ellos están en la obra, en la carretera o en la oficina. Parece lamenatable que, quedando ¡nueve meses! para que acabe el campeonato, los futbolistas hablen de partidos dramáticos y trascendentales. Una cosa es que los chicos salgan al campo a tocarse la barriga, pero los enfrentamientos de ahora son importantes. Nada más.

El objetivo del Nàstic debe ser llegar a los 42/44 puntos cuanto antes. Pero con calma. Luis César y sus chicos lo saben. Así que todos los hinchas quietos y bien ataviados a dejarse la garganta y parte del corazón mañana ante el Racing. Todos conocen este mundillo al dedillo y saben que lo mejor que se puede hacer es ir poco a poco y, como dicen las personas mayores, "mejor que no te conozcan ni por listo ni por tonto". El equipo debe aprovecharse para hacerse fuerte en la zona tranquila sumando tres puntos que para los más ansiosos serían los de la tranquilidad, pero que para los entendidos no serán nada más que pasar a sumar seis. Ese es el objetivo. La semana que viene habrá otra jornada. ¿Otra final? Mejor que cambien de tópico.