A mí me hizo acordarme de lo de Chipre

Lo que le faltaba al fútbol era esto, lo que le faltaba a Luis era esto. Una derrota en Belfast, el mismo campo donde hace cuatro días ganó ¡Islandia! por 0-3. El gol número mil de Xavi Hernández cayó en mal día, en uno de esos días que se recuerdan al cabo de los años como particularmente siniestros. A mí me trajo a la mente el 3-2 de Chipre, que se llevó por delante a Clemente justo después de un mal Mundial. La pregunta anoche era si Luis resistiría esto. Villar desde luego que sí, pero ¿Luis? Aún resuena su promesa de dejar el cargo si no hacía un buen Mundial. Y ahora sobreviene esto.Y lo peor, ya se advirtió en el partido ante Islandia, es que Luis da muestras de haber perdido mucho gas con el Mundial. Aceptó el escaqueo de Xavi y Puyol resignadamente, no ha tenido ni el brío ni la imaginación para darle al equipo un mínimo aire de renovación, que exigían las circunstancias, más bien ha dado un paso atrás con el retorno a Albelda como medio centro, una renuncia a eso que tanto gustó de nos defenderemos con el balón. El grupo entero empieza este nuevo curso con un aire aburrido, y lo que faltaba ya eran el baloncesto y las inevitables comparaciones entre aquello y esto.Sin duda han pesado en los jugadores, y han alterado su concentración, porque los despistes defensivos fueron tremendos y propiciaron los tres goles de Healy, un tipo peligroso que descentró a Puyol (que sin su mejor punto físico tiende al desastre) y se ganó un puesto en la lista de grandes enemigos de la tribu. Arriba fuimos un equipo discontinuo y confuso, con el errante pulular de Raúl en la media punta (arriba estuvo mejor) y algunas cosas de Cesc y de Villa. Pero sobre todo latió un aire de despiste, de falta de convicción, de barco a la deriva. La peor noticia posible en el peor momento posible.

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