Capello: hacia un fútbol sin sorpresas

Empiezo a presentir que el tirón de riendas de Capello va a ser tremendo. Que a su conocida visión del fútbol se va a unir un efecto exagerado que está creando en su ánimo lo que se encontró: una plantilla sin más medio centro que Pablo García, laterales bajitos para su gusto, multitud de medias puntas, pocos centrales de garantías y una tendencia general al amaneramiento. Así que desde que ha llegado lo que pide es cemento y cemento, para consolidar. Han venido Cannavaro y Emerson, se espera a Diarra. Y quiere otro central. Ha dado una pista al respecto: los del Roma le gustan los tres.

Quiere otro central (al menos) porque ve a Cicinho más como extremo que como lateral. Le preocupa la falta de centímetros en el área propia, así que, como Luis Aragonés, parece decidido a tirar de Sergio Ramos para lateral. Y mantiene lo de Diarra como la gran prioridad. Por eso desanimó a Calderón y a Mijatovic en su empeño por dar una gran batalla por Kaká: "Mediapuntas hay muchos". Y es verdad: Guti, Baptista, Raúl, Robinho, Cassano... Así que Kaká queda aplazado, por lo menos un curso. La media punta va a ser, me figuro, para Raúl, el más táctico y trabajador de todos esos.

En realidad, Capello ama un fútbol sin sorpresas. Sobre todo sin sorpresas en el área propia. De ahí los centímetros y el blindaje, y no me extrañaría que con el tiempo acabase prefiriendo a Diego López, alto y seguro, frente a Casillas. ¿Y arriba? Lo de arriba va a quedar confiado a cuatro hombres, de los que Raúl y Van Nistelrooy son seguros. En la izquierda, a la espera de Reyes, tiene ventaja Cassano. La derecha se la va a disputar Cicinho a Beckham. Robinho va a sufrir para entrar. ¿Y Ronaldo? Esa es la pregunta del millón de dólares. Lo seguro es que viene un Madrid en el que la fantasía será una rareza.

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