Nada decidido, ni nada fácil

Que nadie piense que lo que está haciendo Fernando Alonso es coser y cantar. Ni hablar. Ayer, en Montreal, todos tuvieron que sudar de lo lindo para seguir en el asfalto, y eso incluía a Alonso, a Raikkonen y a Michael Schumacher. Los tres mejores pilotos de la F-1 actual también lo pasaron mal cuando apenas se desviaban de la trayectoria ideal. Un ejemplo fue el de Villeneuve, que apenas se apartó de la trazada y fue a parar directamente al muro. Otro fue el de Ralf, quien se salió dos veces en el mismo sitio. Por eso, y porque Alonso tuvo que tener las cosas muy controladas cada vez que salió el inoportuno coche de seguridad, hay que dejar claro que de fácil, sus victorias no tienen nada. Es cierto que son cuatro consecutivas y seis en el año, pero aún así, Michael está allí, al acecho.

Y para quien piense lo contrario ahí van unos datos interesantes. Es cierto que en las últimas seis carreras Alonso logró cuatro victorias y dos segundos puestos. Impactante, sí, pero no está nada mal lo que ha logrado Michael Schumacher, quien se ha aupado con dos victorias, tres segundos y un tercero, su resultado más malo de los últimos seis. Ojito. Por eso, alerta. Confianza, sí, pero al loro. En el año 2000, Michael Schumacher llevaba una considerable ventaja de 24 puntos a Mika Hakkinen y nada hacía pensar que el finlandés podía ni siquiera acercarse. Pero a Michael se le juntó toda la mala suerte de golpe, con tres abandonos seguidos, dos por accidente y uno por avería. Cada vez falta menos para el segundo título de Alonso, pero habrá que ir paso a paso.