Gol en la radio, gol entre la bruma...

¡Gooool de Puerta...! Eran las 23.33 cuando la radio tronó por fin con la noticia más esperada. Minuto diez de la prórroga, minuto cien del partido, y por fin gol del canterano, que venía a premiar un esfuerzo seco y continuo del Sevilla, más mandón, más comprometido, pero que se batía ante un gran equipo. Palop tuvo que dejar otra vez constancia de su categoría, mandando al limbo las mejores ocasiones del Schalke, como ya había hecho en Gelsenkirchen. La segunda parte de la prórroga fue un suplicio, porque un solo gol de los alemanes nos dejaba fuera. Pero no hubo tal. Valió el gol de Puerta.

Un golazo para el santoral del sevillismo, un golazo que para muchos, entre ellos yo, llegó envuelto en la bruma del misterio, porque el partido apenas se pudo ver por televisión en España. Sólo los que podían captar la ZDF, que no está al alcance de todas las parabólicas. Así que este gol no fue el relámpago que deslumbra la vista, sino el trueno que emociona al oído. Emoción pura, esencial, gol en la bruma, gol que no se ve, pero que se sabe que existe, gol que no sabemos cómo fue, pero que fue. Golazo. Como en los tiempos de Juanito Arza, cuando los goles sólo eran sonido hasta que los echaba el NODO.

Gol al fin que pone al Sevilla en Eindhoven, que duplica el éxito de nuestra Liga de los Ases, presente en dos finales. Barça en París, Sevilla en Eindhoven y el Villarreal que se quedó a las puertas... Nivelazo de este fútbol de nuestros pecados, con el que tanto nos metemos, pero que tantas alegrías nos da. Y nivelazo de este Sevilla, en el que Juande ha sabido conservar las virtudes que sembró Caparrós y añadirle otras nuevas, hasta cuajar un equipo pleno, capaz de llegar hasta donde nunca antes en la historia. Y sí, nos quedamos sin fecha para el Sevilla-Barça, pero ¿quién piensa en eso ahora?