Lo duro de ser técnico en África
Ser entrenador europeo en África y triunfar a lo grande y pronto no es tarea fácil. Esta aseveración fue hecha recientemente por el técnico portugués Artur Jorge tras dimitir como seleccionador de Camerún al poco de concluir la Copa de África de este año. Los tiempos de las vacas gordas en los banquillos de los clubes del Continente Negro tienden a remitir. Llevárselo crudo de allí cada vez resulta más complicado porque se está adquiriendo uno de los principales vicios del fútbol occidental: el resultadismo. Philippe Troussier (ahora convertido al islamismo bajo el nombre de Omar)duró dos meses como seleccionador de Marruecos. ¿La causa? Desavenencias con algunos federativos y un enfrentamiento con la prensa local. Es decir, lo que pasa en Europa.
Si repasamos la lista de los principales entrenadores y seleccionadores en Africa nos encontramos mayoritariamente con nombres franceses, alemanes, portugueses y muchos de la antigua Europa del Este. Buenos orígenes balompédicos, pero que no garantizan los éxitos. Egipto ha sido ganadora de la CAN al mando del local Shehana. Togo ha alcanzado el billete mundialista con otro de la casa (Khesi) aunque después le han cesado. Igual que Angola, con Luis Oliveira Gonçalves. Las excepciones positivas quedaron a cargo de Túnez (Lemerre), Costa de Marfil (Henri Michel) y Ghana (con el balcánico Dujkovic). El propio Michel lo dijo: "Aquí hay grandes entrenadores, pero los que mandan prefieren a técnicos europeos...".