Tensiones entre Real y Sevilla

En los últimos años he detectado mucha animadversión del sevillismo hacia el madridismo. ¿Por qué? Para encontrarle explicación hay que echar mano a una historia que, todavía hoy, recuerdan muchos viejos aficionados nervionenses. Retrocedamos a una edición del Trofeo Carranza de 1958. Final Real Madrid-Sevilla. Alfredo Di Stéfano anda quejoso porque considera que Marcelo Campanal le está dando cera por todas partes. A los 42 minutos, una entrada de este defensa sobre Santisteban supone su expulsión, pero el sevillista se niega a abandonar el campo. Lío gordo y partido 30 minutos parado. El Sevilla se siente humillado y el Madrid no quiere ver a Campanal ni en pintura. Al final se pacta su sustitución por Pepín y el partido se reanuda.

Aquello molestó tanto al Sevilla que estuvo sin jugar el 'Trofeo de los Trofeos' 23 años. Además, de padres a hijos se empezó a transmitir el sentimiento de que los dos rivales más antagónicos eran, y por este orden, el Betis y los merengues. Con los años, los fichajes de Buyo, Suker, Zamorano y más recientemente Baptista y Sergio Ramos, algunos encontronazos con Pablo Alfaro y Javi Navarro de protagonistas, o declaraciones donde el presidente, Del Nido, deja ver que no siente precisamente adoración por el Real Madrid (tampoco por el Atlético) han consolidado esta fractura. Por eso, todos los Real Madrid-Sevilla son tensos, eléctricos y disputados. Y para los hinchas rojiblancos, sin duda, su segundo derby. Y esta noche no va a ser ninguna excepción. ¡País!