Ronaldo ya está jugando el clásico

La feliz goleada del Calderón, nuevo campo talismán de la Selección, nos ha colocado directamente en la frontera de Alemania. Un problema menos. Francamente, hay que ser muy cenizo para pensar que Eslovaquia le pueda ganar a España por cuatro a cero el miércoles, por mucho que se las dé de enfadado su seleccionador por la jugada del penalti y la expulsión. Decisiva, sí, pero tanto como el gol anulado a Raúl, válido, o como el remate del Niño Torres al larguero, que no entró por cuatro dedos. España debió llegar tres a cero ya al descanso. Hubo demasiada distancia entre los dos equipos, con o sin penalti.

Así que un problema menos. Y las miradas se alargan ya hacia el Madrid-Barça del sábado. Y lo primero que se ve es a Ronaldo, del que se puede decir que ya está jugando ese partido. Lo juega cada día en el campo de entrenamiento, donde trota, aplicado, y en el gimnasio. Y lo juega en los medios de comunicación, éste entre otros, porque su presencia o su ausencia marcarán el partido. "Todo lo que coge lo mete dentro", decía anteayer Etoo en Barça TV. ¿Jugará? Sí, jugará. Ya se lo ha dicho a sus íntimos y como bien escribía aquí Gatti hace unos días, el mejor médico de un jugador es el jugador mismo.

Hay un Ronaldo nuevo este año, quizá porque llega un Mundial en el que se pueda sentir amenazado por Adriano, quizá porque se siente un poco en deuda con el Madrid, quizá porque cada año que cumple le queda uno menos para estrujar esto. El caso es que hay otro Ronaldo, que ya no quiere perder más partidos ni más goles. Así que estará el sábado y eso cambia el partido. El Barça juega mejor que el Madrid, mejor y más rápido, pero con Ronaldo ahí metido las cosas son distintas. Por eso le admiro. No hay jugador en el mundo capaz de producir una sensación así.