Luxa saca sus victorias con fórceps

Cuando Etoo se marchó al Barça, la versión oficial del Madrid fue: "Les hemos metido una bomba de relojería en el vestuario". Eran tiempos, no tan lejanos, en los que el Madrid se veía galáctico e infalible. Pero aquello fue una melonada de gravísimas consecuencias. Anoche mismo, cuando el madridista apenas se reponía del susto pasado ante el Zaragoza, Etoo marcaba en Getafe su décimo gol del campeonato para descorrer el telón de otra fácil victoria del Barça. Luego le regalaría el segundo gol a Giuly. Sobre sus espaldas, las espaldas de un buen nueve con velocidad, ambición y gol, el Barça va sobrado.

Lo contrario que el Madrid, que saca sus victorias con fórceps. Este Madrid de dos jugadores, Casillas y Ronaldo, se queda huérfano cuando le falta el entrañable goleador, con cuyas ausencias se hace aún más clamoroso el error de la venta de Etoo al Barça. Sin un nueve cualquier equipo se desdibuja, y más el Madrid, que tiene una gran laguna de fútbol entre su excepcional portero y su singular delantero. Todo lo que queda es un babedurre de futbolistas de muy distinto grado técnico y de compromiso, un equipo llamado a sufrir en cualquier campo, ante cualquier rival. A expensas de su portero.

Luxa ha salvado la crisis de bajas (en la que las de verdad importantes han sido las de Ronaldo y Pablo García, que no tienen sustituto) blindando la parte de atrás y confiando arriba en la flauta de un buen pase de Guti, un tiro libre de Beckham, alguna granujería de Raúl o Robinho. Mal que bien, ha llegado a la orilla. Recibe al Barça con un solo punto de diferencia. Ahora llega la azarosa influencia del virus FIFA, pero a día de hoy, a dos semanas del derby, el ejercicio de ver consecutivamente el partido del Madrid y el del Barça no deja lugar a dudas sobre el favorito de esta Liga. Salvo que Ronie lo impida.