El Brujo blanco, otra vez en África
Cuando en el fútbol internacional se habla del "Sourcier blanc" (el Brujo blanco) no hay ninguna duda. Nos referimos a Philippe Troussier, que a sus 50 años comparte con Bora Milutinovic el apelativo de "trotamundos del fútbol". Troussier es ahora noticia porque regresa a África para encargarse de la selección de Marruecos. El galo no es nuevo en el vecino país donde entrenó al CA y FUS Rabat. Y de ahí un currículo con selecciones tan variadas como Costa de Marfil, Nigeria, Burkina Faso, Suráfrica, Japón y Qatar, nada menos que tres continentes. Estaba en el paro y ha admitido la propuesta de la Federación marroquí con dos objetivos: la Copa de Africa 2006, donde defienden subcampeonato, y la meta del Mundial 2010, el primero en África.
Su llegada ha levantado polémica en la prensa local por el equipo de trabajo que trae, once personas, y el salario, que algunos han cifrado en 6 millones de dirhams por año. El Brujo blanco promete trabajo para que después vengan los buenos resultados e insiste que hay buenos mimbres. Ha descartado algunas opciones de selecciones (como Eire) y hasta clubes para decir sí a Marruecos "porque estaré como en casa", ha argumentado. ¿Qué pasará ahora? Le van a mirar con lupa todo lo que haga. Los entrenadores locales esperaban que no se volviera a la senda de los europeos. Nourredine Naybet, que terminó dejando la selección, ha anunciado que está dispuesto a volver. Eso sí, al Brujo blanco se le van a exigir realidades y no juegos malabares