Javi: terapia de choque para el Athletic

Antes hablábamos de si los entrenadores comerían o no el turrón, es decir, si les echarían o no antes de Navidad. Ahora la frontera temporal se adelanta a la Noche de Halloween, antes Noche de las Ánimas. Cosas de la sociedad impaciente que vivimos, que lo consume todo más rápidamente, incluidos los entrenadores. Ayer cayeron dos de segunda, los del Castellón y el Levante, más Mendilibar en el Athletic. Y mientras escribo, la guadaña amenaza también a Lotina. El saldo más destacable de esta fiebre compañera de la Noche de Halloween es el regreso de Javi Clemente al banquillo del Athletic.

Le conocí hace muchísimos años, cuando tras rebotar una y otra vez de la misma lesión entrenaba al Arenas de Guecho. La entrevista repasó sus infortunios médicos y luego se extendió hacia su futuro, aún por escribir. Me dijo algo que me impresionó: "El Athletic no ganará nada hasta que yo lo entrene. Ahora igual ponen en el banquillo a una vieja gloria sin idea de nada que a un extranjero que viene a llevárselo. Pero yo conozco el Athletic, yo conozco la esencia del jugador vasco. Sólo yo puedo volver a hacerle campeón". Pensé que en su convicción había algo muy profundo y muy respetable.

Y en efecto, entrenó al Athletic y le hizo campeón de Liga no una vez, sino dos, una de ellas con doblete. Pero pronto empezaron los follones, que ocuparon sus veinte años siguientes, en los que no volvió a ganar nada. Quizá el éxito le pilló muy joven, como él mismo admitía ayer. Quizá se le sació el hambre demasiado pronto, y decidió dejar lo mejor de sí mismo para el golf, las polémicas y los amigos. El fútbol acabó por olvidarle, y ya es difícil. Ahora Lamikiz le rescata como terapia de choque para un Athletic que se nos va. Dos náufragos se abrazan en la Noche de las Ánimas. Que las sorgiñas les protejan.

Lo más visto

Más noticias