En el Madrid todos hacen lo de otro

Estoy convencido de que en el Madrid hay gente muy buena, pero me temo que todos hacen la función de otro, en lugar de la que el organigrama les atribuye. Por ejemplo, el mismísimo Di Stéfano, presidente de honor, que ayer dijo verdades como puños, pero, ¿es esa la misión de un presidente de honor en un momento de crisis? Su largo lamento tuvo su estrambote en la deposición de Sacchi en Italia pero, de nuevo ¿es misión del director de fútbol dar tres cuartos al pregonero en Italia, territorio natural de tantos adversarios pasados, presentes y venideros del club? Es verdad todo lo que han dicho. Yo firmo debajo. Pero no están en su papel.

Ese revoltijo de funciones es algo que debe considerar el Madrid. Empieza en el presidente, que hace de secretario técnico y decide los fichajes; el que debe hacer los fichajes, Sacchi, se convierte a su vez en extraño portavoz de las desdichas para los foros internacionales, usurpando el papel de los corresponsales extranjeros; el presidente de honor, Di Stéfano, hace de portavoz de la oposición, tarea necesaria en estos días de desconcierto, pero que correspondería a Lorenzo Sanz, que a su vez hace de presidente-propietario del Parma; Butragueño, presunto vicepresidente, hace a su vez las funciones de presidente de honor. Impecablemente.

Y así siguiendo. El jefe de la cantera oficia de introductor de intermediarios, la web se constituye en órgano oficioso del sector ultra de la afición, el director general de marketing es el embajador del club en la Liga y el masajista de Raúl se atribuye el papel de conciencia crítica de la plantilla. Y a todo esto, Luxa preocupado porque en el córner del 2-0 en Riazor varios no hicieron lo acordado. ¿Y qué hay de raro? Siguen el ejemplo de todos en el club. De todos menos uno, Manolo Redondo, que ese sí que hace lo suyo y tiene el Bernabéu y la Ciudad Deportiva como la patena. En fin, que vuelva Ronaldo y que sea lo que Dios quiera.

Lo más visto

Más noticias