Heras no tiene rival

Nos lo veíamos venir. Con lo visto en Cuenca, todos sabíamos que el hombre más fuerte era Roberto Heras y sólo nos quedaba la esperanza de que no sentenciara la carrera en la primera llegada en alto. El resultado ha sido abrumador, como su superioridad en la carretera. Si ha jugado con sus rivales en un puerto como Valdelinares, prefiero ni imaginarme lo que hará en Ordino o Lagos. Y encima no está solo. El Liberty se permite el lujo de reventar la carrera y que sus hombres lleguen destacados a meta. El panorama es desolador. El Comunidad Valenciana ha demostrado que está bien, pero lejos de los chicos de Manolo Saiz. Mancebo es una sombra del corredor del Tour y Aitor no está al nivel necesario.

L a carrera está huérfana y eso no es bueno ni para la Vuelta ni para el ciclismo. Sólo nos queda saber quién será segundo o tercero, y quién se llevará cada uno de los triunfos parciales. No nos engañemos: a Menchov lo ha dejado cuando ha querido. Si por lo menos la primera etapa de montaña hubiera llegado en la segunda semana, la emoción nos hubiera durado un poco más. No es por ser catastrofista, pero es que yo ahora mismo no veo ningún rival. Roberto no tiene culpa alguna, claro está, pero esta situación no beneficia a nadie. Ni beneficia, ni sorprende, porque ya hemos avisado en qué estado llega la gente a aquí. En septiembre la temporada se hace muy larga y el rendimiento en la Vuelta ya no repercute en los contratos.

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