Alonso ya es uno de los grandes

Últimamente me encuentro con mucho aficionado a la F-1 que le exige todavía más a Fernando Alonso. El sprint final de Raikkonen parece que le quita méritos al asturiano pero nada más lejos de la realidad. Para ser campeón del mundo de Fórmula 1 sólo, ahí es nada, hay que tener más puntos que el segundo y ya está. Como en fútbol, motociclismo o baloncesto... Y la temporada de Alonso es extraordinaria y quién tenga dudas que se remita a los datos. El 55,55% de los campeones del mundo lo han sido ganando menos carreras durante la temporada que el asturiano. Han logrado el título con una sola victoria Hawthorn (1958) y Rosberg (1982). Con dos J. Brabham (1959), Surtees (1964) y Hulme (1967). Con tres carreras ganadas Farina (1950), Fangio (1951 y 1956), Graham Hill (1968), Fittipaldi (1974), Lauda (1977), Sheckter (1979), y Piquet (1981,1983 y 1987). Con cuatro Fangio (1955 y 1957), Graham Hill (1962), Brabham (1966), y Prost (1986 y 1989).

Con cinco triunfos tenemos a Ascari (1953), Brabham (1960), Rindt (1970), Fittipaldi (1972), Stewart (1973), Lauda (1975 y 1984), A. Jones (1980), Prost (1985) y Hakkinen (1999). Y lleva conseguidas este año seis victorias como en su tiempo lo hicieron para ganar el título Ascari (1952), Fangio (1954), Clark (1965), Stewart (1969 y 1971), J. Hunt (1976), Andretti (1978) y Senna (1990). Es decir, ha igualado ya al 70,73% de los campeones del mundo de la F-1 y con sólo 24 años. Se puede alegar, es cierto, que durante los primeras temporadas se disputaban menos carreras, entre 7 y 13 los veinte primeros años, hasta pasar a 16 en 1982 o a las 19 de 2005. Habrá matices, pero es que seis victorias son muchas. Ya ha demostrado competitividad y agresividad a lo Senna, Fangio o como quieran ustedes, ahora tiene que demostrar inteligencia y sangre fría en carrera como hacía Niki Lauda, quién después de perder en 1976 el Mundial llegando a tener una renta como la del asturiano, única vez que ha sucedido (por su accidente en Nurburgring), en 1977 ganó el título con tres triunfos y la sabia administración de puntos con seis segundos puestos. ¿Y alguien le pone algún pero al austríaco? Y ese uso de la inteligencia implica marcar con gran paciencia a Raikkonen y huir como de la peste de las malas compañías como Ralf Schumacher, Montoya o Sato. Los récords de Michael Schumacher mejor los dejamos para otro año.

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