"Figo nació para jugar en el Madrid"

"Figo nació para jugar en el Madrid"

Una de las frases que van a quedar del florentinato, este periodo feliz que vive el madridismo, es aquella de "Figo nació para jugar en el Madrid". Lo decía Florentino cuando le preguntaban si Figo había venido al Madrid por dinero, y yo lo vi un acierto desde el principio. El juego de Figo tuvo siempre esas condiciones que el Bernabéu exige a cada jugador para otorgarle su favor. Unas condiciones que el propio Florentino ha descrito perfectamente en su entrevista de estos días con Tomás Roncero: hambre, carácter y magia. Así ha sido Figo. Ahora se va porque los años no perdonan, pero es justo recordarle como un grande.

Ha hecho historia en el Madrid, y en su caso esta expresión va más allá de su amplio palmarés de partidos jugados, títulos, goles... Fue el cañonazo que anunció que el Madrid entraba en una nueva época, acreditaba esa promesa de Florentino de que los mejores jugadores del mundo iban a estar en el Madrid,y abrió la puerta a la mayor colección de estrellas que este club había reunido desde finales de los cincuenta. Sobre el campo fue un soldado fiel. Tan madridista como barcelonista había sido antes. Valiente, encarador, sacrificado, inteligente... rápido mientras pudo serlo. Luego, la velocidad le abandonó y dejó de ser el mismo.

Para mí, se equivoca en no readaptar su juego a un fútbol más de toque y menos de conducción. Clase le sobra para eso. Pero no se resigna a su pérdida de velocidad e insiste e insiste en conducir, en encarar, en regatear, y acababa chocando y cayendo. Quizá en el Inter cambie. Allí no vieron al anterior Figo y si consigue una nueva versión de su juego gustará y será estrella. En cualquier caso, el Madrid ha hecho bien en darle la carta de libertad, en no tratar de hacer negocio con un jugador que dio tanto, que ya no tenía cabida aquí y al que el madridismo recordará siempre como uno de los suyos, no como un barcelonista que pasó por aquí.