Pues sí, Valverde es 'Hombre-Tour'

Alejandro Valverde ya era, antes de lo de ayer, el gran favorito del ciclismo español. Nosotros mismos le dedicamos la portada de nuestro extra, aunque tengo que confesar que al hacerlo pensé que estábamos cometiendo un ejercicio de audacia: "El último de Armstrong, el primero de Valverde", titulábamos. Este es el último Tour de Armstrong, en efecto, y también el primero de Valverde, sí, pero ¿dará tanto de sí? me preguntaba yo cuando me ofrecían ese titular para la portada. ¿Será Valverde eso que llamamos un Hombre-Tour, es decir, un ciclista capaz de disputarlo? "Eso nos lo tendrá que decir la Alta Montaña", comenté escéptico.

Bueno, pues la Alta Montaña nos ha dicho que sí, y ahora tengo que agradecer a los entusiastas Guti, Bermejo, Muñoz y Trueba que me convencieran. El primer gran ataque de Armstrong desparramó a varios favoritos pero no a Valverde que alcanzó una victoria colosal, resistiendo el ritmo del equipo de Armstrong primero, el del propio Armstrong después, y guardando fuerzas para arrebatarle la etapa al insaciable americano. Todos tuvimos además la impresión de que a Valverde le sobraban fuerzas, de que por el cuerpo le subían ganas de dar un brinco, de probar la escapada en solitario. Pero mejor que no lo hiciera.

Porque no lo necesitaba. Le bastaba con mantenerse en el póker de ases que completaban Mancebo y Rasmussen y sacar al final su punta de velocidad, que demolió a Armstrong. Etapa y brinco en la general. Ahora es quinto, tiene el podio a tiro y sobre todo tiene a España regocijada, atenta hoy a otra gran prueba, que le llevará de la Madeleine al Telegraphe, de ahí al Galibier, donde pasará bajo la sombra del monumento al gran Henry Desgranges, el fundador de la prueba, y de ahí a Briançon. Territorio de Bahamontes. Territorio de Julio Jiménez. Territorio para grandes, como ha demostrado ser. Una etapa para confirmar lo que anunció ayer.