Todo pinta del mejor color para Alonso

Es cierto que estamos tan mal acostumbrados con Alonso que el segundo puesto de ayer casi parece poco, en especial cuando procede de una pole tan brillante como la que consiguió el sábado. Pero el resultado es excelente, en un circuito cuyas características favorecían más a los McLaren que a los Renault, aumenta, aunque sea poco, la distancia con Raikkonen y acerca a Alonso, por el consumo de una etapa más, al título del mundo. Antes del fin de semana se daba por bueno perder ayer por poco. Un tercer escalón en el podio, con Raikkonen ganador, se juzgaba un buen resultado. Y lo que ha ocurrido ha sido mucho mejor.

Ganó Montoya, sí. Salió como un tigre y le aguantó a Alonso un largo paralelo hasta que el español le abrió la puerta. A estas alturas de la temporada Montoya tiene muy poquito que perder y Alonso, mucho. Si hubieran acabado los dos en el sembrado el que más perdía era el asturiano, así que hizo mejor en ceder. Luego lo tuvo siempre ahí y confió en la estrategia de los repostajes para pasarle. Faltó el canto de un duro. Concretamente, la mala sorpresa de encontrarse a Trulli en pista cuando más estaba descontando. Fue emocionante ver la reincorporación a pista tras el primer repostaje de Alonso, unos metros detrás de Montoya.

Raikkonen estuvo magnífico. Salió duodécimo y acabó en el podio, favorecido a última hora por la enésima fatalidad de Fisichella, al que se le caló el coche en el último repostaje. Pero a pesar de su remontada y su podio, fue el perdedor de la jornada. Estaba a 24 puntos y en circuito propicio y salió a 26. Y el hecho de que Montoya vaya a más no le favorece. Uno más a repartir los puntos grandes es malo para Raikkonen, que tiene muchos que remontar y cada vez menos carreras por delante. Todo pinta del mejor color para Alonso, a cuya victoria inminente este año sólo le falta un Schumi más competitivo para hacerla más grandiosa.

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