Viva Alonso manque pierda

Esta vez se dio mal y tocó perder. El coche se le fue a Alonso en la curva cuatro (aunque, en su caso, debería haber sido en el muro de los campeones) y quedó lo bastante tocado como para tener que retirarse. Es la primera vez que no puntúa en lo que va de temporada: hasta ahora habían sido cuatro primeros puestos, un segundo, un tercero y un cuarto. Por desgracia, este primer cero en el marcador de Alonso coincide con un diez de Raikkonen y un ocho de Schumacher, que parece que quiere volver a la carga. Por suerte, el colchón de puntos era tan grande que a pesar de este mal trance Alonso mantiene una seria ventaja de 22 puntos.

Además, hasta que sobrevino el fallo estaba corriendo en ganador. Buena salida (en la que Schumacher pareció un aprendiz, con sus neumáticos aún fríos) de la que salió segundo, detrás de Fisichella. Todo en orden. Todo hacía presumir un permanente rodar de los Renault en cabeza, con la discreta amenaza de los McLaren por detrás. Y entre éstos, un resucitado Montoya iba por delante de Raikkonen, lo que para la calculadora de Alonso era bueno. Los dos equipos pararon a cargar casi en las mismas vueltas, y ambos cargaron mucho. Renault marcaba por delante a su enemigo. Todo parecía controlado.

Pero Briatore propone y Dios dispone. A Fisichella le falló el sistema hidráulico. En adelantarle invirtió más tiempo Alonso que Montoya, porque el deterioro fue a más, y eso dejó al asturiano un poco más apretado de lo que nos hubiera gustado. Y vino el fallo, su primer fallo grave en el campeonato. Y después Montoya se quedaría también sin puntos por una melonada: mejor para Raikkonen, peor para Alonso. Esta vez el estable fue el finlandés, que no se metió en peleas y ganó la carrera por abandonos. Pero ayer fue así como otras veces ha sido lo contrario. Esto es un campeonato de regularidad. Nadie pierde la Liga por perder un partido.