Equivocarse es fácil, rectificar es difícil

Equivocarse es fácil, rectificar es muy difícil. Etoo se equivocó a fondo el domingo con su exaltado y repetido insulto al Madrid (yo siempre entendí que se dirigía al club de fútbol, no a la ciudad), fruto de la excitación del momento y del recuerdo de los desdenes que ha sufrido o cree haber sufrido en el club madrileño. Pero ayer rectificó como no se puede hacer mejor. Presentó disculpas en toda regla, sin guardarse ningún rincón para la soberbia personal. Estuvo mal hecho, se dio cuenta en cuanto se despertó ayer y puso en marcha el mecanismo de la rectificación enseguida. No todo el mundo sabe hacerlo tan bien. No es fácil.

Así que el Madrid debería darlo por olvidado, y entiendo que el CSD también. Con una rectificación pública tan plena y tan rápida ha lavado la falta y no vería bien un afán justiciero que pretendiera ahora hacer carne en su error. Etoo es un buen tipo, eso es lo que se desprende de este episodio. Un tipo capaz de exaltarse con muy mal tono en un momento de euforia incontenida pero de replegar velas en cuanto recupera la calma y la plena consciencia. Esto le habrá enseñado un poquito más. Todos vamos mejorando con el paso de la vida, con el roce con los demás, y Etoo ha vivido este año experiencias nuevas que le mejorarán.

Por otra parte, la anécdota no hace sino subrayar que el Barça sale del túnel en el que le metió hace cinco años la marcha de Figo al Madrid justo cuando le ha devuelto la moneda con Etoo. Un jugador al que el Madrid no supo ver, despreció y acabó por perder de órbita. Aterrizó en el Barça y la versión oficial del Madrid fue "hemos metido una bomba de relojería en el vestuario del Barça". Pero no era una bomba de relojería, sino una bomba racimo cargada con veintitantos goles que han valido esta Liga . Un delantero con velocidad endiablada y sentido del gol. Un futbolista pleno de motivación y hambre de títulos. Y un tipo hecho y derecho.