Raúl ya ha conseguido readaptar su juego

La noticia no fue la victoria del Madrid, que se esperaba. Ni siquiera la goleada. Ni los dos tantos de Ronaldo, que le acercan a Etoo. La noticia fue el despertar de Raúl, que desde su posición de punta del rombo abrió la defensa con dos pases idénticos en los dos primeros goles (sendos toques en cuchara sobre la cabeza del defensor para lanzar a Ronie) y marcó los dos siguientes. Pero además de todo ello, volvió a ser un jugador solvente, participativo, con peso, buscado por los compañeros, seguro de sí mismo. Francamente, yo había llegado a descreer de que esto fuera posible. Han sido demasiados meses sin un partido realmente bueno.

Pero ayer tuve la impresión de que arrancara un nuevo tramo de su carrera. Raúl ha perdido velocidad de arrancada, chispa. Su físico ha cambiado. Su juego tenía que readaptarse a sus nuevas facultades, distintas. Ya no está para robar el gol por velocidad en corto, aunque el instinto lo mantenga. Pero sí podía convertirse en otra cosa: un jugador de más recorrido, más despliegue, con panorama. Era cuestión de que él mismo lo creyera y de que sus compañeros creyeran en ello. Ayer se produjo. En un partido fácil, dirán algunos. Pero el partido lo puso fácil él, con sus dos globitos hacia Ronie, y más todavía después con sus goles.

Y el partido deja al Madrid a tres puntos del Barça, y puede que no sea sólo por unas horas. Ya no va más. Si el Barça gana en Mestalla podremos considerarlo campeón merecido. Si pierde, las cuentas de Luxa dejarán de ser una ensoñación para convertirse en algo difícil pero verosímil. Si empata nos habremos quedado a medio camino, porque todo consiste en que de los tres próximos partidos el Barça pierda uno y empate dos. (Yo tampoco creo que el partido de Anoeta cuente, y que nadie se me enfade). ¿Y el Madrid? ¿Podrá ganar todo? En ello está y más ahora que ha recuperado a Raúl. Por fin ha salido de su largo túnel.

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