Etoo y el verano errático del Madrid

El pichichi de esta Liga es un jugador al que el Madrid encontró en Camerún cuando tenía quince años, mantuvo en formación con diversas cesiones y que, cuando cuajó en gran futbolista fichó por el Barça. ¿Cómo fue posible tal cosa? Eso es lo que aún se preguntan muchos madridistas y la respuesta es la superposición de estrategias del club en el último verano, en el que se fueron tomando decisiones sucesivas, por personas distintas, sin coherencia entre unas y otras. Vino Samuel porque era una vieja aspiración de Valdano, se retuvo (y alargó el contrato) de Roberto Carlos por decisión de Camacho y Etoo se quedó sin plaza de extracomunitario.

Además, para apuntalar la delantera el club tenía marcado en rojo el nombre de Owen, con el que se mantenía el prurito de un Balón de Oro cada año. Así que cuando Etoo rechazó la posibilidad de ir cedido al Atlético y forzó su traspaso al Barça, el Madrid no puso cara de susto. La versión oficial fue optimista: la mitad del precio de Etoo, que es lo que el Barça pagaba al Madrid (doce millones) pagaba el fichaje de Owen, todo un Balón de Oro. Pero desde el primer día el aficionado torció el gesto. No coló la versión oficial. En realidad, aquel día en que se supo que era Owen, y no Vieira, y que Etoo se iba al Barça, algo empezó a romperse.

Y el caso es que alguien importante del Madrid me dijo cierta vez: "Un día veremos a Etoo en el Chelsea y descubriremos que es Henry". No ha sido en el Chelsea, sino en el Barça, y no es Henry, sino algo así como Henry cruzado en Luis Enrique. Ocho goles le ha marcado ya al Madrid, y no sabemos los que faltan por venir. Decía Paco González que Luis Enrique se transformaba en la niña del Exorcista cuando jugaba contra el Madrid. Ahora ese morbo y esas ganas los incorpora Etoo, pero con otra edad, otra velocidad y otra calidad. Todo por un verano errático, en el que el Madrid superpuso estrategias y no se dio cuenta de que Etoo no esperaba más.

Lo más visto

Más noticias