Derrotar a Eddy marcó mi vida

La contrarreloj que le gané a Eddy Merckx en Forest en 1970 ha marcado mi vida, hasta el punto de que mucha gente todavía me lo sigue recordando. Curiosamente, el último que lo hizo fue el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien tuve el placer de conocer el pasado martes durante su visita a Cantabria. Aquel triunfo sorprendió a mucha gente menos a mí, porque sabía que estaba muy bien. Creo que en mi carrera ha habido victorias más difíciles que aquella, pero no reniego de que aquel triunfo me haya marcado. Todo lo contrario.

Merckx ha sido el mejor ciclista de todos los tiempos, porque comenzaba la temporada ganando la Vuelta a la Comunidad Valenciana o la París-Niza y la terminaba en octubre haciendo lo propio en el Giro de Lombardía. Siempre corría para ganar. Luego llegaban noviembre y diciembre y, en lugar de descansar, se dedicaba a competir en carreras de los Seis Días, que entonces tenían mucho prestigio. Para los que no somos pistards, correr en un velódromo nos suponía el doble de esfuerzo. A él le daba lo mismo. Si Eddy se hubiera dedicado a preparar exclusivamente el Tour de Francia, como hace Lance Armstrong, estoy seguro de que habría ganado al menos siete.

También es una gran persona, un buen compañero. Yo corrí con Perurena de pareja en unos Seis Días de Grenoble en los que compitió Merckx. Normalmente los premios se repartían, pero en la pista siempre había mafias. Tras terminar a las doce de la noche, Eddy se reunió con otros ciclistas. Al salir, nos dijo: "He tenido que luchar más que en el Tour, pero he logrado que los premios se repartan por igual".

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