Robinho y las declaraciones en LEquipe
Tras el partido en Ucrania, Lama comentó en El Larguero que el Madrid iba a entregar en breve tres millones de euros como señal para un fichaje inminente. Bueno, pues ya sabemos quién es: Robinho, el refulgente delantero del Santos, fijado por el mismo Pelé como el jugador de más brillo desde su retirada. Un delantero habilidosísimo, al que han llegado a enseñar tarjeta amarilla por sus regates, que un árbitro represor estimó excesos burlones. Su triple bicicleta ante Corinthians en Morumbí, con ocasión de la final del campeonato brasileño es el último monumento al arte en fútbol. Ese es el nuevo objetivo del Madrid.
Un delantero más, pensarán muchos. Pues sí. A Florentino le ponen los jugadores de arte y después de su doble experiencia cuando se ha dejado convencer para comprar centrales (Samuel y Woodgate) va a ser difícil apartarle de su querencia. Me consta que el Madrid tenía prisa por otro fichaje mediático, que este año ha faltado. Lo de Owen, aunque tenga balón de oro y haya marcado algunos goles, no ha colado. Se le ve un ratón rapidillo y voluntarioso, ocasionalmente útil porque ofrece desmarque y salidas, pero se me parece más a aquel Morales de paso fugaz que a un galáctico de verdad. Su llegada no le ha dado ningún lustre al Madrid.
Robinho sí se lo daría. Es un artista pleno. Y cuando llegue, ¿cuál será la alineación? Eso a Florentino no le preocupa mucho. Cuantos más artistas, mejor, piensa él, y ya que los fichajes de atrás le fallan estará encantado con la idea de que el talento creativo vaya ocupando las zonas traseras del equipo. Ya piensa en Zidane como líbero y en Beckham como lateral derecho. ¿Quién se atreverá con eso? García Remón parece haber llevado las cosas al límite y es idea común que ya no caben más galácticos, que se impone aquello de antes de entrar dejen salir. Pero Florentino no lo ve así. Ya lo dijo en LEquipe: Lo nuestro no es correr. Somos discípulos del arte.