Como el mejor de los toreros

En la etapa de ayer quisimos pero no pudimos. El único ataque serio de la etapa nos lo brindó Carlos Sastre, que a pesar de tener que hacer de gregario de Basso está demostrando que anda muy bien en este Tour. Su victoria habría sido muy importante para el ciclismo español, pero ayer no había permiso para nadie. Armstrong vive como el mejor de los toreros. Le sacan el toro a la plaza, se lo pican, y le ponen las banderillas, y él sólo tiene que rematar la faena. Ayer le tocó el turno a Landis, más fuerte incluso que su líder en el US Postal. Con un gregario que va a más, el líder gana cualquiera, pero la intención de Armstrong fue otra. Landis dio un recital en los últimos dos puertos, hizo el ascenso, el descenso e incluso preparó el sprint, pero el US Postal quería humillar a los Ullrich, Klöden y Basso dejando la etapa en manos del mejor gregario del Tour.

Ullrich y Klöden han reaccionado demasiado tarde. Estuvieron cerca, pero no pudieron completar la gesta de vencer al americano. Armstrong es el mejor, pero nunca le habíamos visto con unos gregarios como los de este Tour. Cada día, mentaliza a uno de ellos para que corra tanto o más que él mismo. A los españoles sólo nos queda esperar. En cuanto a hoy, será una lotería. Uno de los nuestros tendría que meterse en la escapada buena sacar fuerza de donde parece que no nos queda. Y mañana Santos González nos puede dar la alegría. En su momento de forma, una especialidad que no fue históricamente la nuestra, pero en la que tenemos ya campeones olímpicos, podemos brillar más que en las etapas de montaña. Las dos son empresas muy difíciles, pero no imposibles. Basso mientras, rezando el virgencita que me quede como estoy.