Carlos Sainz estrena su casillero de victorias en Silverstone, un templo de la Fórmula 1, a los mandos de un Ferrari, un coche mítico. Un cóctel mágico en un fin de semana de ensueño.
PorJuan Gutiérrez
Christian Redondo
Jesús Balseiro
Carlos Sainz estrena su casillero de victorias en Silverstone, un templo de la Fórmula 1, a los mandos de un Ferrari, un coche mítico. Un cóctel mágico en un fin de semana de ensueño.