El Renault que espera a Alonso
Un coche de zona media, un proyecto estable, el cambio de normas de 2022 como límite y Marcin Budkowski como carta. Se anunciará hoy.
Fernando Alonso será anunciado hoy como piloto de Renault. Se informó durante el invierno de su situación prioritaria en la escudería francesa y desde el pasado sábado se avanzó que el fichaje estaba cerca, aunque aún no cerrado, pendiente de rematarse en las próximas horas. La casa del rombo le elige como un gran líder sobre el que edificar su proyecto para las próximas temporadas y nunca han escondido que el asturiano es su favorito. No le deben convencer sólo con sueldo (una variable que se reduce inevitablemente por la crisis económica de la pandemia), también con expectativas de resultados, porque el bicampeón español ya ha dicho de muchas maneras que no piensa volver a la Fórmula 1 para pasar desapercibido en la parrilla.
¿Cómo está Renault ahora? Tiene poco que ver con el bloque que le hizo ganar dos títulos en 2005 y 2006, pero tampoco es el equipo de capa caída al que recaló en 2008 y 2009, entre su mala experiencia en McLaren y el fichaje por Ferrari. Al frente está Cyril Abiteboul, hombre pragmático al que algunas voces del paddock han señalado por la falta de progresión. El fabricante recompró Lotus para volver en 2016 y han ido recuperando posiciones en la parrilla con presupuestos que rondan los 230 millones de euros. Hay caras conocidas para Alonso. Por ejemplo, Remi Taffin, que es el jefe de las unidades de potencia y fue su ingeniero de carrera hace 15 años. También Alain Permane, ahora director deportivo, quien formaba parte del staff en la segunda época del asturiano en Enstone. O Pat Fry, director técnico con quien coincidió en McLaren y Ferrari.
El coche, Renault RS20, y el compañero, Esteban Ocon
Llegaron a ser cuartos en 2018, cayeron al quinto frente a McLaren el pasado año, pero el paso más difícil siempre es acercarse a la élite de Mercedes, Ferrari y Red Bull. El RS20, su monoplaza de esta temporada, mejora medio segundo a su antecesor. El motor este año tendrá pocas novedades. Tenían prevista una evolución ambiciosa para 2021, pero la crisis puede haber pospuesto esos planes. El año que viene se permitirán muy pocos cambios sobre chasis y motor, apenas en la aerodinámica, así que el teórico RS21 que se encontraría Alonso lucharía por la Q3 y los puestos con puntos en las carreras, quizás algún podio suelto.
Se marcha Ricciardo rumbo a McLaren, una salida que ha hecho daño al núcleo duro de Renault porque su enorme sueldo (unos 20 millones anuales) no se ha traducido en compromiso. Se queda Esteban Ocon, de 23 años, un francés formado por Mercedes que aspira a luchar contra los Verstappen, Leclerc, Sainz y compañía. Ganó a Mad Max en el Europeo de F3 de 2014, aquel que llevó al neerlandés directo a la Fórmula 1.
Expectativas de éxito a medio plazo
El reto en Renault es aprovechar el profundo cambio reglamentario de 2022 y volver a luchar por victorias y podios a partir de entonces. A su favor, independencia económica (la matriz francesa ya ha confirmado la continuidad del proyecto), unas instalaciones a la altura de los mejores y una fábrica de motores que no tendrán que compartir. Han reforzado mucho la alta dirección con ingenieros de renombre y ficharon como director ejecutivo a Marcin Budkowski, quien fue responsable del departamento técnico de la FIA y ha visto, analizado y escudriñado cada uno de los monoplazas de sus rivales hasta entonces. Una baza a su favor.
Claro, en la parrilla hay tres equipos que pueden ganar carreras y al menos cuatro que piensan hacerlo de aquí a cinco años, como McLaren o Racing Point, futuro Aston Martin. ¿Será Renault uno de los que lo consiga? Nadie hubiera anticipado la era exitosa de Red Bull o el dominio híbrido de Mercedes unos años antes, o que Toyota se marcharía de vacío de la F1 con el mayor presupuesto que se ha visto nunca en el Gran Circo. Alonso cumplirá 39 años a finales de este mes y puede estar a punto de embarcarse en el reto más difícil de su carrera.