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FÓRMULA 1

La negociación de Vettel y la profecía de Alonso en Ferrari

Negocian la renovación, pero se informa a la vez de ofertas rechazadas, mejoradas o inexistentes. En el haber, su experiencia. En el debe, no haber luchado de rojo por el Mundial.

El Ferrari de Vettel, en el GP de Brasil de F1 2019.
RUDY CAREZZEVOLI/CALLO ALBANESE

Las enmarañadas conversaciones entre Ferrari y Vettel siguen en marcha, aunque con pocas certezas sobre quién va ganando el pulso de las negociaciones. En Italia, (Sky y La Gazzetta) medios cercanos a la Scuderia afirmaron que había recibido una oferta de un año por un tercio de su salario actual, unos 10-12 millones de euros. En Alemania, (F1-Insider.com) afines al tetracampeón germano, informaron que la oferta inicial era "una broma" y después que Binotto ya plantea un contrato plurianual, mínimo de dos años, aunque la rebaja del sueldo permanece equiparándole con Charles Leclerc. En Inglaterra (Sky) aseguran que aunque las conversaciones existen, todas las opciones están aún sobre la mesa sin ofertas formales. Y en el llamado paddock, el enjambre de expilotos y jefes de equipo, se oye de todo. "Retirada o McLaren", dice Ecclestone; "Hamilton irá a Ferrari", dice Jordan; "Vettel no debe ir a McLaren", dice Ralf Schumacher…

La prioridad de Maranello es mantener a Seb, pero es evidente que sus condiciones empeorarán: hasta ahora ha firmado siempre contratos de tres temporadas y cuando renovó, en 2017, era la gran apuesta de Ferrari. Llegó con vitola de gran campeón en Red Bull, dispuesto a recuperar el legado de Schumacher, pero el tiempo ahora juega en su contra. Ha hecho dos destacables temporadas, 2017 y 2018, aunque no fue capaz de luchar por el Mundial hasta las últimas carreras frente a Hamilton. Mejora levemente los registros individuales de Alonso de rojo (ha ganado más carreras, 14-11; ha hecho más podios, 54-44; y ha logrado más poles, 12-4), pero no la impresión general: el asturiano logró tres subcampeonatos, uno más que Sebastian, y llegó a Abu Dhabi 2010 y Brasil 2012, escenarios finales, en condiciones de ganar el Mundial. El germano se ha descolgado a mitad de temporada en sus dos mejores campañas con Maranello, también con errores propios.

Su reto ahora es reconducir esa dinámica frente al emergente Leclerc. Y no es sencillo mantenerse en la casa de Enzo. Vettel ya es el quinto piloto con más carreras en la Scuderia (101) superando a Alonso (96). Por delante están los dos escuderos de oro, Barrichello (102) y Massa (139), que tienen algo en común: ambos ganaron el Mundial de constructores y con ellos en el equipo se ganó el de pilotos. Arriba, sólo Raikkonen (151) y Schumacher (180), dos campeones. El asturiano no pasó la barrera del centenar de grandes premios, aunque tenía contrato para continuar, porque apreció que Ferrari no levantaría el vuelo para luchar por títulos, y el tiempo le ha dado la razón. Y Sebastian, el piloto más laureado mientras Alonso estuvo en Ferrari, no ha sido capaz de reconducir esa profecía. Y no todo es culpa de Mercedes y Lewis Hamilton.

Sigue siendo el favorito

Con todo, en Ferrari tampoco hay muchas alternativas. Carlos Sainz y Daniel Ricciardo están en la lista, pero no es tendencia que allí alineen a dos pilotos que no son campeones del mundo, y Vettel sigue siendo fundamental en el desarrollo del monoplaza en comparación con Leclerc, un piloto joven, 22 años, con dos temporadas de experiencia en la Fórmula 1. Su 2019 fue fulgurante, con dos victorias y siete poles. Fue mejor que Seb, pero no se trata de la mejor versión de Seb.

Lo lógico es que el de Heppenheim continúe, al menos otra temporada. Para los intereses del automovilismo español, es muy bueno que Sainz esté en la lista porque justifica su alto valor en el mercado actual, considerado ya entre los grandes, y porque si Vettel no acepta lo que le proponen, habrá un Ferrari libre en 2021, 2022 o 2023. Binotto tenía cierta prisa por cerrar la operación. El argumento del salario no tiene mucho recorrido: será difícil justificar grandes dispendios en plena crisis del coronavirus, aunque los italianos sean quienes defienden con más ímpetu la no rebaja del techo presupuestario. Parece más decisiva la duración, siempre que el germano mantenga la motivación intacta. Hay que esperar a los acontecimientos…