McLaren sacó a Fernando Alonso a pista con la rueda pinchada
Desde la falta de volante en el primer test a la fallida conversión del sistema métrico a pulgadas en la misma repesca, la cadena de errores es tremenda.
Una verdad. A buena hora… “Creo que no estábamos preparados. No merecíamos estar en la carrera y es nuestra culpa”. Lo dice Zak Brown, máximo dirigente de McLaren, que además resume una cadena de errores que llevaron a que Fernando Alonso no pueda participar en la carrera de las 500 Millas de Indianápolis.
Por ejemplo, en el primer test en Texas no tenían volante y fue el propio Zak el que se lo pidió a Cosworth. “No salimos hasta el mediodía, nuestro volante no se hizo a tiempo, eso es solo falta de preparación y talento de organización en la gestión de proyectos, yo no debería tener que estar pendiente de los volantes”, dice.
Pero hay más, el chasis que compraron a Carlin no estaba pintado del famoso naranja papaya, lo tuvieron que repintar y no estaba listo para cuando Alonso sufrió el accidente en los libres. El repuesto de Carlin estaba en un taller de pintura a 30 minutos de la pista, más de un mes después de que McLaren se quejara del color, y en última instancia le costó a McLaren casi dos días completos de tiempo en la pista, según cuenta Brown.
Ahí tenemos disparidad de criterios porque McLaren le echa la culpa a Carlin y otras fuentes hablan de que los responsables son los propios ingenieros de McLaren.
Pero hay más, hubo más, en los test previos en Indianápolis el coche tuvo un problema eléctrico, otro en el primer test libre, todo el cableado tuvo que ser sustituido… hubo algún despido por ello, pero de poco sirvió. Tan mal se hicieron la cosas que pusieron en peligro al propio piloto porque le sacaron a pista con una rueda pinchada después de que el equipo comprase sensores de neumáticos incorrectos. Terrible.
Para la repesca hubo otro error, el equipo cometió un fallo al convertir pulgadas en el sistema métrico que usa el equipo inglés por lo que en los libres previos solo pudo dar cinco vueltas antes de jugársela en el momento final. Así no se puede, no se pudo. Imposible. Pero lo peor es que Alonso se jugó la vida para nada.