No corren buenos tiempos en la fábrica de Woking. Diez años sin ganar el Mundial de Fórmula 1 o 2.056 días sin lograr una pole position o victoria, son algunos de los registros que McLaren acumula en el 'Gran Circo'.
Estadísticas que durante los últimos tres años se vieron agudizadas por la falta de fiabilidad y rendimiento de la unidad de potencia Honda, y que obligaron el pasado año a divorciarse de los japoneses y emprender una nueva alianza junto a Renault.
Una decisión, que más allá del incumplimiento de las expectativas generadas que han provocado los ceses de Tim Goss y Eric Boullier, ha tenido un fuerte impacto económico en las finanzas de la escudería británica.