Los mejores Dragon Quest, Top 10: 35 años de aventura
La saga clásica de Square Enix goza de extraordinaria salud en su aniversario: recopilamos los mejores videojuegos hasta la fecha.
Hubo un tiempo en el que Squaresoft y Enix compitieron para determinar cuál de las sagas era la más querida por los jugadores. En Japón, Dragon Quest arrasaba, pero a diferencia de Final Fantasy, tardó más tiempo de lo debido en llegar a Occidente (Europa sobre todo). Pensaban que la fórmula era demasiado japonesa, por lo que no estaban seguros de que sus mecánicas lograran cautivar a la gente más allá de las fronteras niponas. 35 años después, Square y Enix son la misma compañía, así que las dos marcas están bajo el mismo paraguas.
Corría el año 1988 cuando Dragon Quest III salió a la venta. En aquella época, se percibió que durante el día de lanzamiento muchos estudiantes decidieron saltarse la escuela, mientras que algunos trabajadores prefirieron no acudir a su puesto de trabajo para poder comprar su copia del videojuego. La clase política, preocupada ante este extraño fenómeno, decidió aprobar la denominada Ley Dragon Quest, que se aplicó desde la llegada de la cuarta entrega, en 1990. ¿Y en qué consiste? Los juegos de esta licencia solo pueden salir en fin de semana o festivos.
El futuro no puede ser más brillante. Después de Dragon Quest XI: Ecos de un Pasado Perdido, Yuji Horii, su creador, ha participado en un streaming para celebrar el cumpleaños de la saga. Dragon Quest XII: The Flame of Fates ya está en desarrollo y promete ser mucho más oscuro temáticamente, Además, Square Enix trabaja en un remake del tercer capítulo, que utilizará un estilo visual muy similar al de Octopath Traveler. Dragon Quest Treasures y más videojuegos se perfilan como los próximos títulos, para gozo y disfrute de los fans de esta serie RPG. Como siempre, Akira Toriyama (Dragon Ball) y el compositor Koichi Sugiyama continuarán prestando su talento a los nuevos videojuegos.
Los redactores y colaboradores de MeriStation nos hemos reunido de nuevo para votar por los mejores Dragon Quest de la historia. Después de deliberar y de reposar nuestra decisión, estos son los videojuegos que se han abierto paso hasta lo más alto. Sin más dilación, Top 10 de Dragon Quest.
10. Dragon Quest IX: Centinelas del Firmamento
El debate sobre si había que mantener o no el sistema de combate por turnos ya tenía lugar en la primera década del nuevo milenio. La saga Final Fantasy se alejaba paulatinamente de ese camino, cada vez más centrada en la acción y en mecánicas más dinámicas. Con Dragon Quest IX: Centinelas del Firmamento, se produjo una intentona de Square Enix por desterrar el sistema clásico, pero la respuesta del público fue prácticamente unánime: no querían batallas en tiempo real, preferían los turnos de toda la vida. Y Square Enix escuchó, no tuvieron más remedio.
La idea era que el videojuego se diera a conocer entre el gran público, que llegara a grupos más amplios, por lo que se decantaron por una consola que había triunfado en todo el mundo, Nintendo DS. Al igual que Wii, esta máquina consiguió ampliar la masa de jugadores, de modo que era una elección natural. Esta nueva entrega añadió funciones multijugador a través de la conexión inalámbrica entre consolas (no por internet), así que hasta cuatro jugadores tuvieron la oportunidad de unirse a la aventura en cooperativo local. Dragon Quest IX fue diseñado como un videojuego exigente, con combates duros, estratégicos y complicados.
9. Dragon Quest Builders 2
Que Dragon Quest Builders bebe de Minecraft es algo que no se puede negar, pero sería injusto afirmar que se trata de una mera copia, porque el título desarrollado por Square Enix va mucho más allá. Plantea cosas nuevas y su estructura jugable trasciende este aspecto creativo, artesanal, ya que estamos ante una aventura completa. El juego no prescinde de los elementos RPG de la saga, sino que los fusiona dentro de su gameplay. Además, la secuela mejora en todo a la primera parte entrega: nuevas funcionalidades se mezclan con un refinamiento general de la fórmula.
El jugador comienza su periplo en la orilla de la Isla del Despertar, lugar donde se encuentra con Malroth. Desde entonces, deberemos reconstruir el mundo, buscar recursos y craftear las materias primas, todo ello sin olvidarnos de los combates y de las líneas de diálogo. Eso sí, que nadie espere la profundidad de los títulos principales en lo que se refiere a su sistema de combate, puesto que Dragon Quest Builders 2 no profundiza en este elemento en concreto. De todos modos, en conjunto, todo funciona a las mil maravillas. Un videojuego más que digno, además con opciones multijugador.
8. Dragon Quest VI: Los Reinos Oníricos
Si Final Fantasy llegó al mercado europeo en su séptima entrega, ya en la primera PlayStation, a Dragon Quest le costó algo más. Ni Estados Unidos ni el Viejo Continente recibieron Dragon Quest VI: Los Reinos Oníricos en su versión original de Super Nintendo, que se comercializó en Japón allá por 1995. Tuvimos que esperar más de una década, concretamente hasta 2011, cuando Square Enix reeditó los clásicos como remakes para Nintendo DS. Al igual que los títulos previos, la sexta entrega sigue un esquema muy parecido al del resto, con algunas mejoras gráficas, ajustes y novedades.
Se mantienen las batallas por turnos aleatorias y en primera persona; también el héroe mudo característico de Dragon Quest. Los desarrolladores recurren además a un recurso muy habitual dentro de los juegos de rol japoneses, la amnesia de sus protagonistas. La dicotomía se produce entre el mundo real y onírico, este último configurado por los sueños de las personas. De fondo, la intención de una entidad maligna de conquistar ambos universos. En el plano jugable destacan las vocaciones, un sistema de clases que permite a los personajes modificarlas para que aprendan habilidades permanentes nuevas.
7. Dragon Quest IV: Capítulos de los Elegidos
En 1990 y con tres entregas principales de Dragon Quest a sus espaldas, NES continuaba recibiendo el apoyo de la mayoría de las desarrolladoras. Pocos meses antes de que su sucesora llegara al mercado, Enix todavía tenía un nuevo capítulo entre manos, Dragon Quest IV: Capítulos de los Elegidos. Como no podía ser de otro modo, este título recoge todo lo sembrado con anterioridad y brinda al jugador una aventura que rompe con la estructura narrativa habitual de la saga. Para este videojuego, Chunsoft —el estudio original— organizó la historia en capítulos, cada uno con sus respectivos protagonistas y antagonistas.
Dragon Quest IV: Capítulos de los Elegidos es, por lo demás, un JRPG de la vieja escuela. Tal vez no se encuentre entre los más difíciles de la serie principal, pero sí ofrece el suficiente nivel de reto como para mantenernos a los mandos. Características como el ciclo de día y noche o la posibilidad de desplazarse por el mapa a través de distintos vehículos regresan de entregas anteriores. Además, en esta ocasión, el héroe no tiene por qué estar siempre en las batallas, aunque es un personaje bastante poderoso. Dragon Quest IV tiene ports y remakes en sistemas como PlayStation, Nintendo DS o dispositivos móviles.
6. Dragon Quest Heroes II
Omega Force y Tecmo Koei han tocado ya múltiples sagas para convertirlas al género musou. Distintos animes han pasado por este proceso, al igual que marcas de videojuegos como The Legend of Zelda o Fire Emblem. Los creadores de Dinasty Warriors también han hecho lo propio con esta saga clásica del rol. Tanto en Dragon Quest Heroes como en su secuela, los personajes de la saga se enfrentan a una nueva aventura, aunque esta vez completamente orientada a la acción. Al fin y al cabo, los musou consisten en eso, en dar mamporros y acabar con los cientos de enemigos que aparecen en el campo de batalla.
Dragon Quest Heroes II es más y mejor. Lanzado durante el 30 aniversario de la saga, este título nos pone en la piel de Lázaro y Teresa, dos héroes que viven en un mundo compuesto por siete reinos, donde la paz ha reinado durante siglos. El mundo convive en armonía, hasta que naturalmente estalla el conflicto y nuestros héroes deben intervenir para restaurar la az. Jugablemente, el título ofrece más libertad de acción que su antecesor, escenarios intermedios, la posibilidad de manejar a más de un personaje y de disfrutar de protagonistas invitados de la saga principal.
5. Dragon Quest VII: Fragmentos de un mundo olvidado
El cambio generacional para Nintendo no fue sencillo. El triunfo de SNES había sido incuestionable, pero mientras la compañía de Kioto se preparaba para dar el salto a los 64 bits, una nueva competidora entró en juego, PlayStation. La máquina de Sony, provista de lector de CD-ROM, abría nuevas posibilidades a los desarrolladores, ya que el espacio era más amplio que el que podían ofrecer los cartuchos de Nintendo 64. Así las cosas, tanto Final Fantasy VII como Dragon Quest VII: Fragmentos de un mundo olvidado se mudaron a este nuevo sistema.
El salto tecnológico no supuso el adiós de las dos dimensiones, como ocurrió con la saga de Squaresoft, que utilizó modelados poligonales y escenarios prerrenderizados. En el caso de Dragon Quest, Enix se decantó por mezclar sprites 2D con escenarios tridimensionales, un aspecto que no llegó a cuajar del todo, especialmente por las animaciones. Parte de estos problemas se solucionaron con el excelente remake en Nintendo 3DS. Viajamos por distintos continentes, todos ellos dependientes de los fragmentos del mundo. La dificultad vuelve a ser un elemento a tener en cuenta, ya que exige que el jugador mida bien cada una de las estrategias en los combates por turnos.
4. Dragon Quest III
Regresamos a un pasado más remoto, a una época en la que NES todavía tenía muchas cosas que decir. Dragon Quest III salió a la venta en 1988, primero en Japón y más adelante en Estados Unidos (1991). El juego, que tuvo versiones en consolas como SNES, Game Boy Color, Wii y móviles, fue la obra que impulsó la Ley Dragon Quest que mencionamos en la introducción de este texto. Y es que la saga despertaba (y sigue despertando) auténtica pasión entre el público nipón, aunque por aquel entonces los usuarios europeos no habían tenido la oportunidad de catarla todavía.
Dragon Quest III cierra la llamada trilogía de Loto en NES. El juego recoge las mecánicas principales de sus juegos anteriores, lo que significa que volvemos a tener un sistema de combate por turnos aleatorios en primera persona, igual que muchos de los videojuegos que llegarían después. Se amplía el mundo, que entonces era más abierto que nunca para los estándares de esta máquina añeja. Chunsoft implementó un sistema de clases, una jugabilidad no tan lineal y una nueva historia de buenos contra malos.
3. Dragon Quest V: La Prometida Celestial
¿Los héroes nacen o se hacen? ¿Están destinados desde el nacimiento a grandes gestas y hazañas heroicas? En Dragon Quest V: La Prometida Celestial, somos partícipes de la concepción del héroe desde su más tierna infancia. La historia de este título, que se lanzó originalmente en SNES (1992), tiene la particularidad de que nos permite encarnar al protagonista en diversas etapas de su vida. El bebé nace en la corte del monarca, le damos un nombre, ese que sus súbditos corearán hasta la posteridad. Sin embargo, la vida es cambiante y la situación del niño da un vuelco cuando su madre fallece. Esa imagen de cuento se quiebra, pero la aventura prosigue. Durante el viaje, el protagonista debe tomar decisiones relevantes que modifican la historia, un argumento que tarda en arrancar, pero que plantea temas interesantes.
Si bien su sistema jugable es muy continuista con respecto a otros videojuegos de la licencia, se añade un sistema de obtención de monstruos que ha pervivido en otros productos de Dragon Quest. La forma de narrar la trama, con un personaje que crece, funciona muy bien dentro de la estructura narrativa. Como suele ser habitual, Dragon Quest V no es un videojuego sencillo. Nos esperan cientos de combates, muchos de ellos muy duros.
2. Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito
PlayStation 2 disponía del hardware para llevar Dragon Quest a un nuevo nivel. La 128 bits de Sony fue la elegida para albergar la octava entrega de la saga, una serie que ya contaba con muchos títulos a sus espaldas, aunque Enix había decidido no lanzarlos en Europa. Después de la fusión entre Square y Enix, la compañía resultante tomó la decisión de probar suerte, de modo que Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito sí desembarcó en el Viejo Continente. Y no lo debió hacer tan mal, porque los títulos siguientes se han publicado en todos los mercados principales. En este caso, el salto más notable se aprecia en los gráficos.
En la época de la primera PlayStation, Dragon Quest VII intentó abrazar las tres dimensiones, pero solo en sus escenarios. Con la siguiente entrega principal, la tecnología ya permitía el nivel que todo el mundo podía esperar de un videojuego de este nivel. Los preciosos gráficos de tipo Cell-Shading muestran un mundo colorido, que destaca por los diseños de Akira Toriyama, la banda sonora, todo lo que rodea a su universo de fantasía. Otro héroe, de nuevo mudo, se embarca en una aventura sin igual. Pese los avances en el ámbito audiovisual, Dragon Quest VIII: El Periplo del Rey Maldito sigue un esquema jugable similar a los anteriores juegos: batallas por turnos en primera persona, muchos enemigos por batalla y dificultad bastante pronunciada.
1. Dragon Quest XI: Ecos de un pasado perdido
Si Dragon Quest VIII supuso un salto gráfico importante, Dragon Quest XI da un paso más allá en ese sentido. No hay que olvidar que la novena entrega salió en Nintendo 3DS, mientras que la décima fue un MMORPG exclusivo para el mercado japonés, por lo que no disfrutamos de un juego principal en la generación de PlayStation 3 y Xbox 360. La riqueza del mundo, el diseño de sus personajes y las novedades a nivel jugable marcan el camino hacia una aventura maravillosa, con una historia más profunda y cuidada, llena de matices, en la que el protagonista (mudo, como siempre) se plantea dudas existenciales sobre su condición de héroe.
La base del sistema de combate es conservadora, pero se aplican algunos cambios que modernizan la experiencia. Los combates aleatorios desaparecen como tal, ya que podemos ver al enemigo en el escenario y realizar un ataque para iniciar la lucha, si así lo deseamos. La opción de la cámara libre nos permite mover a los personajes durante las batallas, de modo que la sensación es bastante más dinámica de lo habitual.
El juego salió originalmente en PC y PlayStation 4, mientras que los jugadores nipones pudieron disfrutar de una versión inédita en 2D para Nintendo 3DS, que nunca salió de sus fronteras. Esa herencia bidimensional estuvo presente en Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido, la versión de Nintendo Switch, que incluye todos los contenidos del título tridimensional y añade algunas misiones extra y la posibilidad de jugarlo en 2D. Todos estos extras se han rescatado en la Edición Definitiva, que salió a posteriori en PS4, Xbox One y PC. De hecho, la polémica estuvo servida, ya que Square Enix ha reemplazado la versión anterior por esta, que parte del título de Nintendo Switch, por lo que los gráficos son inferiores al producto que salió inicialmente.
Sea como fuere, Dragon Quest XI es un videojuego imprescindible dentro de la saga y del género del rol japonés en particular. Sin abandonar su naturaleza clásica, Square Enix ha sabido modernizar los aspectos más rugosos de la jugabilidad, por lo que estamos ante un título disfrutable de principio a fin, que no renuncia a su pasado, por supuesto que no, pero que lleva la marca a un nuevo estándar de calidad. Son los ecos de un pasado que en este caso no está nada perdido.
Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido - Edición definitiva
- RPG
Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido - Edición definitiva es la versión definitiva del aclamado RPG de Square Enix para Switch, PC y Xbox One que incluye el mismo contenido que la versión original, pero se han añadido historias específicas de distintos personajes, música orquestal y la posibilidad de alternar entre ver el mundo en HD o al estilo retro de 16 bits. Además, incluye audio en japonés y en inglés.