Resident Evil 3 ha vuelto: ¿Qué survival horrors deberían regresar?

Toda saga tiene sus altibajos, incluso las más renombradas. Resident Evil vivió su momento más bajo en la sexta entrega, al menos en lo que se refiere a la respuesta de la prensa y de los seguidores más acérrimos. En MeriStation lo calificamos con un 7.5/10, pero la nota media de la versión Xbox 360 supera por poco el 65 sobre 100 en Metacritic. Capcom tomó nota de las reacciones y se decidió por el cambio en Resident Evil 7: Biohazard. Más adelante, Resident Evil 2 Remake abrió el camino hacia una reimaginación de los clásicos, que se verá consolidada con Resident Evil 3 Remake:

Las luces dan paso a las tinieblas. La lluvia choca contra el suelo, mezclada con la niebla y el barro. De lejos, cada vez más cerca, se escuchan los sonidos sibilantes de algo que se aproxima. Alumbras con la linterna, pero en el horizonte solo atisbas la oscuridad más infinita. Y entonces, de la nada, aparece una criatura, que arranca tu carne junto a cuervos y perros sarnosos. Lo último que escuchas son los gruñidos de los zombis, los pasos de Nemesis. Entonces, despiertas otra vez, pero ya no eres tú mismo, sino un amasijo de vísceras y entrañas. Eso es lo que le espera a la mayoría de habitantes de Raccoon City, pero no a Jill Valentine, protagonista de la tercera entrega de la franquicia.

El regreso de Resident Evil 3 Remake pone de manifiesto que los clásicos pueden volver alcanzar la gloria y el estatus que tenían antes de que algunas ideas modificaran parte de su esencia. Lo mismo puede ocurrir con otras sagas, ya sea porque se dejaron de hacer o porque las últimas entregas no cosecharon el éxito o la calidad deseados. Tras la cancelación de Silent Hills, son muchos los que esperaban el retorno de la franquicia, pero de momento no hay nada oficial (pese a que los rumores suenen insistentes). No es la única propiedad intelectual que sigue en barbecho.

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Silent Hill, el pueblo al que siempre quieres volver

PlayStation fue una consola particularmente prolífica en lo que a juegos del género survival horror se refiere, no tanto en cuanto a cantidad, sino a la calidad de sus propuestas. En esta consola aparecieron Resident Evil (también en Sega Saturn) y Silent Hill. Este último apostaba por el terror psicológico, que funcionaba, en gran parte, gracias al talento compositivo de Akira Yamaoka. El músico japonés, que se encargó de la banda sonora y del diseño de sonido, fue uno de los artífices principales de la atmósfera espeluznante que se generó alrededor del videojuego. Incluso en la primera entrega, muy envejecida a causa de sus gráficos, la combinación de música y sonido conseguía unos resultados sorprendentes.

Los gráficos no fueron un lastre en las entregas posteriores. Silent Hill 2, y especialmente la tercera entrega, demostraron un nivel visual muy alto. Y si no que se lo digan al “viejo de Silent Hill”, uno de los personajes que se convirtió en meme antes incluso de la llegada de las redes sociales. Posteriormente, los japoneses crearon un cuarto capítulo, Silent Hill 4: The Room, que fue polémico por el cambio de rumbo que marcaba. De hecho, después de esta entrega, el Silent Team se disolvió para siempre.

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Konami, como otros estudios japoneses, tuvo dificultades para adaptarse a la nueva generación de aquella época, PlayStation 3 y Xbox 360. Ante los desafíos del hardware, la empresa nipona tomó la decisión de externalizar algunos de sus desarrollos. Por aquel entonces, ya no contaba con un equipo dedicado a Silent Hill en Japón, aunque Akira Yamaoka seguía a las órdenes de Konami. Climax Studios, un equipo británico al que encargaron la elaboración de un videojuego para PSP, fue el estudio responsable de Silent Hill: Origins, un producto que respetaba la esencia de los clásicos. Su reinterpretación de la historia del primer juego la llevó a cabo con Silent Hill: Shattered Memories, una entrega bien considerada.

Menos fortuna tuvieron Silent Hill: Homecoming y Silent Hill: Downpour, el primero desarrollado por The Collective y el segundo por Vatra Games. El músico japonés dejó la saga tras Homecoming, que se ha mantenido huérfana en PlayStation 4 y Xbox One. Las esperanzas puestas en el proyecto de Hideo Kojima y Kojima Productions se evaporaron con la cancelación del proyecto y la posterior marcha del creativo, que abandonó Konami cuando su contrato expiró a finales de 2015. Que Christophe Gans, director de la película de Silent Hill, confirmara que tiene un tercer largometraje en marcha, quizá sea la señal de que el survival horror regrese algún día. Mientras tanto, tocará esperar.

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Dino Crisis, los dinosaurios siguen extinguidos

Shinji Mikami es el creador de Resident Evil, pero no fue el único survival horror que diseñó para la generación de la primera PlayStation. El director nipón es el padre de otra de las sagas de terror clásicas más queridas, Dino Crisis, un juego de acción y terror que se ambienta en el año 2009, aunque salió a la venta diez años antes. La fórmula mantenía paralelismos con la de su anterior proyecto, pues los inventarios y los puzles eran parte de la jugabilidad. Aun así, la primera entrega no apostó por los fondos prerrenderizados y añadió un sistema de cámaras dinámicas.

Tras la supuesta muerte del doctor Edward Kirk, Regina investiga lo sucecido como agente de las fuerzas especiales. Pronto descubrirá que nada es lo que parece, y que el científico trabaja en un proyecto que pone en jaque a la humanidad, “la tercera energía”. Mediante la tecnología, es capaz de manipular el tiempo y traer de vuelta a algunas criaturas que no deberían caminar sobre la Tierra, los dinosaurios. Las bestias, fieles a sus instintos, limpiaron la isla y asesinaron a todo ser viviente que se cruzó en su camino.

Dino Crisis 2 marcó un cambio dentro de la saga. El juego abandonó los fondos tridimensionales y se decantó por los prerrenderizados, de forma que las cámaras fijas y el control tanque lo hacían bastante parecido a Resident Evil. Regina regresa en su papel de protagonista y realiza un viaje en el tiempo con el objetivo de rescatar a los supervivientes. Si esta segunda parte salió en el 2000, los jugadores tuvieron que esperar tres años para echar el guante a Dino Crisis 3, que supuso el declive final de la franquicia. A Capcom se le ocurrió que los dinosaurios galácticos eran una buena idea. Sin duda, no aprendieron de Jason Voorhees, el malo malísimo de Viernes 13, que se fue al espacio y dejó la serie en su punto más bajo. A partir de entonces, Dino Crisis se ha quedado en el cajón.

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Forbidden Siren y los aldeanos locos

Keiichiro Toyama escribió y dirigió el primer Silent Hill, pero su trayectoria no se truncó tras el lanzamiento del juego de Konami, por lo que continuó profundizando en el género del survival horror. El veterano desarrollador, diseñador en proyectos como Snatcher o International Track and Field, dejó las filas de Konami para unirse a Sony Computer Enterainment (ahora Sony Interactive Entertainment). Forbidden Siren —Siren en su versión japonesa— fue la propuesta que lanzaron al mercado, ya en la época de PlayStation 2.

Hanuda es una aldea ficticia localizada en unas montañas japonesas muy remotas. Allí, varios supervivientes quedarán aislados y rodeados de peligros. Durante tres días, el juego ofrece distintos puntos de vista en función de los personajes, lo que nos introduce en una historia sobrenatural repleta de terrores. La pesadilla se encarna en la figura de los shinobito, los habitantes de la localidad, que no dudan en atacar y matar a los forasteros. La atmósfera opresiva, que ciertamente recuerda a la de Silent Hill, no se corresponde con la la jugabilidad, donde prima el sigilo sobre el combate. Las armas nos ayudan a tumbar a los shinobito, pero no seremos capaces de derrotarlos. Al pasar un tiempo, vuelven a levantarse. La mecánica más singular es que los personajes son capaces de ver a través de los ojos de estas criaturas.

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Toyama también se encargó del desarrollo de la secuela, que sigue las bases de la entrega original. Lo que cambia, principalmente, es el emplazamiento. Dejamos el pueblo de Hanuda para sufrir el horror de la isla de Yamijima, donde sus habitantes desaparecieron sin dejar rastro. Veintinueve años más tarde, en 2005, un periodista y otras personas acuden a la isla para llevar a cabo una investigación periodística. Craso error, pues los shibito y yamibito esperan ansiosos la llegada de los supervivientes.

Siren: Blood Curse para PlayStation 3 es hasta la fecha el último videojuego de la saga. Se trata de una reinterpretación del título original, aunque varían muchos elementos, empezando por la estructura de juego. Sony se decantó por un producto dividido por episodios, aunque no se perdió el cruce de historias y de personajes. No hay noticias sobre un posible regreso de la saga, pero quién sabe, PlayStation 5 está a la vuelta de la esquina.

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Alone in the Dark, volverás a temer a la oscuridad

Buscar a los pioneros de un género siempre resulta un tarea compleja. Practicar la arqueología del videojuego, es decir, la investigación de los productos del pasado, nos permite descubrir los orígenes, pero los límites de los géneros no siempre son cristalinos y las etiquetas son lo que son, etiquetas. Es cierto que las adaptaciones de clásicos de los ochenta como Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street nacían directamente de películas slasher, pero se puede afirmar que Alone in the Dark fue el precursor junto a Sweet Game (Capcom) del survival horror moderno, el que todos conocemos, con Resident Evil y Silent Hill a la cabeza.

Fue en 1992 cuando la difunta Infogrames comercializó este videojuego, que contaba con personajes tridimensionales y escenarios prerrenderizados, una técnica que usaron muchos videojuegos de los años noventa, Resident Evil y Final Fantasy (VII, VIII y IX) entre muchos otros. La serie evolucionó a lo largo de distintos capítulos: Alone in the Dark 2, Alone in the Dark 3 y Alone in the Dark: The New Nightmare. Infogrames, que cambió su nombre por el de Atari, trató de reiniciar la serie en Xbox 360, PS3 y PC. El intento acabó en fracaso, ya que los bugs se encargaron de hundir el proyecto. Y de Alone in the Dark: Illumination, mejor ni hablar. 

Las esperanzas de ver un nuevo Alone in the Dark son, paradójicamente, bastante altas. THQ Nordic, una compañía que se ha ampliado con la compra de estudio, se ha hecho con los derechos de la serie. Tal vez dentro de unos años podamos revisitar los mundos terroríficos de esta saga mítica.

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Clock Tower, el reloj marca el momento

En un lejano año 1995, Human Entertainment diseñó un proyecto que hoy es considerado uno de los precursores del género. Clock Tower no era un survival horror como Resident Evil o Alone in the Dark, pero sí posee elementos de terror y de acción. Pese a ello, su sistema de juego se asemeja al de las aventuras gráficas point and click. La obra salió a la venta para Super Nintendo y está protagonizada por Jennifer Simpson, una joven que es adoptada junto a sus amigas, que se van a vivir a una enorme mansión. Por desgracia, la muerte se agazapa y la protagonista tendrá que enfrentarse a numerosos desafíos.

Aunque el juego original se comercializó en una consola de Nintendo, los siguientes capítulos se desarrollaron para PlayStation y PlayStation 2. El cambio de nombre según los territorios puede generar confusiones, puesto que en Occidente la secuela se conoció como Clock Tower a secas, mientras que en Japón salió como Clock Tower II. Después de unos años, el estudio quebró y Capcom adquirió los derechos, pero solo desarrolló una entrega, Clock Tower III. Desde entonces, no hay visos que indiquen su regreso. Quizá un día. Quizá.

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Son muchos los juegos que faltan en la lista, títulos como Parasite Eve, que Square Enix no rescata desde la época de PlayStation. El propio Yoshinori Kitase, productor de Final Fantasy VII Remake, reconoció que sería un error desaprovechar a los personajes, pero que no tenía constancia de que la empresa estuviera trabajando en un proyecto de la saga.