Dying Light
Dying Light, guía completa - 12.- EL MUSEO
Consigue localizar a Suleiman, explora cada rincón del mapa mejorando tu parkour con nuestros consejos y sobrevive bajo la oscuridad de la noche.
Antes que nada, debes ir a hablar con el cuidador del museo para que te diga cómo colarte en él. Su refugio es bastante inaccesible, tendrás que seguir la ruta del siguiente gameplay para poder hablar con él.
Irás al mar, al rascacielos indicado: hay una entrada subacuática que podrás aprovechar para entrar. Eso sí, ojo con las distancias: a veces conviene volver atrás y coger aire, no vayas a lo loco. Se puede hacer el recorrido sin perder salud, tal y como os mostramos a continuación:
Una vez vuelvas a pisar tierra firme, ve a la entrada principal para intercambiar unas palabras con Rais.
Cómo no, las cosas se complican. Una tropa de secuaces de Rais vendrá armada hasta los dientes para matarte. Aprovecha la sala hipóstila para cubrirte tras las columnas, y no olvides registrar los cadáveres para conseguir más munición.
Tras acabar con los enemigos de la planta superior y trepar hasta ella, toca ir a por Jade. Prepara tus mejores armas, lo peor aún está por llegar.
En mitad de la disputa entre la antizina y vosotros dos, te verás inmerso en una alucinación inexplicable. Debes encontrar la puerta correcta y, una vez en el exterior, tendrás que seguir a tu compañera.
De vuelta al mundo real, te toca afrontar uno de los combates más difíciles.
**FINAL BOSS: TAHIR**
Tendrás que enfrentarte al peor esbirro de Rais. Por si su fuerza bruta no fuera suficiente, deberás encargarte, además, de unos matones vulgares que no cesarán de lanzarte cuchillas. Puedes recurrir, nuevamente, a la muerte regenerativa, pero Tahir se irá recuperando también, por lo que te conviene no abusar de ella.
Ya en las calles de Harran, toca poner al día a Troy de lo sucedido. Ve a su refugio (cuidado con las inmensas hordas que pueblan determinadas calles) y habla con ella.