Dying Light
Dying Light, guía completa - CONSEJOS
Consigue localizar a Suleiman, explora cada rincón del mapa mejorando tu parkour con nuestros consejos y sobrevive bajo la oscuridad de la noche.
Agudiza tus reflejos y explora Harran para conocerte nuevos caminos. Más que pelear, lo que predomina en esta urbe es correr… para huir. Tu fuerte es el parkour y, a pesar de que los zombis son enormemente rápidos, no podrán escalar como tú. Juega tus bazas.
No intentes matar a todos los zombis de una zona: golpea para defenderte, no para atacar. Correr siempre es la mejor opción, no te empecines en hacer frente a estas abominables criaturas.
Trata de ir mejorando tus aptitudes para desbloquear más opciones en los árboles de agilidad, potencia y supervivencia. Son vitales para sobrevivir en Harran.
De noche, las hordas de zombis se multiplican y ganan en fuerza y agilidad. No obstante, te conviene vivir estos momentos angustiosos para ganar más XP y, por tanto, tener más opciones en los árboles de mejora de habilidades.
Puedes comprar armas, pero no te tomes tu estancia en Harran como un shooter. Predominan los palos, tuberías y punzones más que cualquier otra arma de fuego.
Observa constantemente tu medidor de fuerza: no podrás dar más golpes a los zombis si acabas exhausto. Si esto pasa en mitad de una horda zombi ya puedes empezar a correr, porque vas a estar en el punto de mira de todas las criaturas cercanas.
La luz ultravioleta es una gran aliada, y no solo para ver los rastros de sangre: te ayudarán a localizar con mayor rapidez los enemigos de una zona oscura. A veces es más eficaz que la linterna, así que trata de combinarlas en las zonas carentes de luz.
Explora cada rincón de los edificios que visites, y estate muy atento a las zonas remarcadas en amarillo en tu mapa: son zonas que aún no han sido exploradas por completo, lo que significa que podrás encontrar ítems en ellas. Por ejemplo, las piezas de metal son vitales para reparar armas como las tuberías, así que te conviene limpiar cada zona a la que acudas.
Buscar y encontrar puntos seguros o zonas verdes determinará enormemente la dificultad de tu estancia en Harran. En ellos podrás descansar, pasar de la noche al día y reiniciar punto de control. Cuantos más puntos seguros encuentres, mayor será la variedad de sitios desde los que reiniciar checkpoint. Eso sí, para desbloquear una zona segura debes primero limpiarla de los zombis que la asedian, algo que debes tener en cuenta si careces de salud u objetos de defensa.
Tu estancia en Harran es continuista. ¿Qué quiere decir esto? Que, aunque mueras, nada volverá a estar como antes. No hay nada en Harran que tenga efecto retroactivo. Por ejemplo, si afrontas una pelea contra seis enemigos y mueres cuando quedan dos, al cargar el último checkpoint te enfrentarás a los dos que quedaban, con la misma salud que tenían cuando moriste. Nada de “reintentar esto como había salido al principio”. Eso sí, cada vez que cargues checkpoint perderás un buen puñado de puntos de supervivencia, lo que puede ralentizar tu progreso en el árbol de supervivencia.
