Call of Duty: Modern Warfare 2
Call of Duty: Modern Warfare 2, guía completa - El Gulag
Te ayudamos a derrocar a Vladimir Makarov y te mostramos la ubicación de todos los documentos de inteligencia.
Poco después aterrizaremos en el claro de dentro del castillo. Tenemos que acompañar a MacTavish hasta dentro de la estructura. Por el camino nos saldrán muchos enemigos, algunos parapetados y que disparan realmente bien.
Una vez dentro del recinto, concretamente en la zona de los calabozos, el escenario tiene forma circular y en el centro está la sala de control. Ése es nuestro destino. Cuando entremos, parece que una de las puertas no se abre y quedaremos atrapados en una posición estratégica fatal para nuestros intereses. Tendremos que sobrevivir a duras penas el ataque del enemigo que nos tiene rodeado. Cubrirse con las mesas y los muebles no es suficiente así que será necesario usar alguno de los escudos que hay en la habitación. Cuando los derribemos a todos podremos continuar. Pero no de una forma cualquiera, sino haciendo rápel.
Por fin abajo, seguimos por un pasadizo oscuro que nos obligará a colocarnos las gafas de visión nocturna. A mi me resultó bastante incómodo luchar así pero afortunadamente no nos salen muchos enemigos y, además, vamos con todo el equipo detrás.
El localizador nos señala una pared que tendremos que volar de la misma forma que en la misión anterior las puertas de los barracones donde estaban los rehenes. Al entrar por el agujero llegamos a los vestuarios de la prisión, infestados de enemigos. Muchos a ras de suelo, y otros peligrosísimos francotiradores en las balaustradas del primer piso. Mi consejo es que os encarguéis primer de los tiradores; si tenéis un rifle de mira telescópica, mejor. Este escenario es como un rectángulo y sólo tiene un camino el problema es que hay que luchar mucho y bien para tener éxito.
Cuando por fin llegamos al final de este cuarto, sólo nos quedará liberar al prisionero 627. No revelaré su identidad, pero sí diré que en cuanto lo hayamos hecho, lo mejor será que salgamos disparados hacia el punto que marca el localizador pues el castillo empieza a derrumbarse a una velocidad vertiginosa.