Largo Winch
Largo Winch - México II
Largo toma el control de la compañía Winch, pero las cosas no son fáciles, puesto que algún hacker ha robado importantes datos confidenciales infiltrándose en la empresa, y se han cometido dos crímenes en la división situada en México. El propio empresario se hará cargo de la situación con la ayuda de su mejor amigo, Simon, la habilidosa y atractiva Joy Arden, y el experto en ordenadores, Kerensky.
MÉXICO II
Simon me entregó un busca, un garfio con cable, un corta-alambres y una palanqueta. Usé el corta-alambres con el garfio y obtuve un cable. Usé nuevamente el corta-alambres pero esta vez con el cable y así conseguí tener derivaciones. Use las derivaciones con la cerca y finalmente el corta-alambres con la cerca. Así pude pasar por debajo. Luego me arrastré entre los muros para ocultarme de los guardias, cuando estuve suficientemente cerca, usé el busca para que Simon hiciera su trabajo.
Subí por las escaleras y forcé la puerta con la palanqueta. Mi misión era recuperar el DVD 77 con los datos científicos del proyecto DECAY. Entré y cogí el ácido de la primera mesa y los somníferos que pude encontrar en otra mesa. Observé uno de los botones rojos. Había dos, uno en cada puerta. Era un sistema pensado para que nadie lo desbloqueara por accidente. El caso es que necesitaba apretar los dos botones a la vez.
Me dirigí al vivario y recogí una bobina de hilo blanco que había en una de las estanterías. Volví a la habitación de antes y usé el hilo con el detector de humos. Enganché el garfio al hilo que había colgado del detector de humos y finalmente usé de nuevo la bobina de hilo con el detector, para enganchar todo en la estantería más cercana. Finalmente usé el ácido encima.
Me dirigí al Lab 1 y usé la palanqueta con la puerta de la cámara acorazada. Resolví el puzzle de la cerradura y entré. Mientras buscaba el DVD en la estantería apareció Salma.
Después de aclararle todo, me dijo el número que necesitaba. Cogí el DVD y salimos de allí corriendo. A la salida unos matones nos salieron al paso. Nos deshicimos de ellos y pusimos rumbo a Nueva York.