Largo Winch
Largo Winch - La Amenaza de Bomba
Largo toma el control de la compañía Winch, pero las cosas no son fáciles, puesto que algún hacker ha robado importantes datos confidenciales infiltrándose en la empresa, y se han cometido dos crímenes en la división situada en México. El propio empresario se hará cargo de la situación con la ayuda de su mejor amigo, Simon, la habilidosa y atractiva Joy Arden, y el experto en ordenadores, Kerensky.
LA AMENAZA DE BOMBA
Subí las escaleras y abrí la ventana para que entrara un poco el aire. En la sala VIP encontré a Sulllivan y Candy, pero realmente con quien buscaba hablar era con Simon y Samantha que se encontraban en la habitación siguiente. Una vez hablé con ellos me dirigí a la siguiente alcoba y cogí la botella de champán. Cogí también el sobre y lo observé, dentro había una acreditación de prensa.
Salí a la terraza y hablé con Jenny. Sullivan nos interrumpió, al parecer Sharon venia con malas noticias....
Hablé largo y tendido con Sharon. Al parecer había una amenaza de bomba. Mientras Simon trataba de abrir la puerta me dirigí a la terraza. Cogí el desplantador de la caja y observé el balcón cercano. Me subí en la barandilla y andé por la cornisa hasta la ventana más cercana. Usé el carnet para abrirla. Seguí un sonido de tic tac que provenía de las escaleras. Bajé y examiné el panel bajo el cuadro. Aquí el ruido era más notable. Usé el desplantador con el panel y descubrí el reloj alarma. La bomba era una trampa.
Me dirigí escaleras arriba. Por fortuna Simon había conseguido desbloquear la puerta, hablé con él y con Sullivan para saber que había ocurrido. Después me dirigí al bar y cogí una copa de champán. En la alcoba, encontré a Sharon algo alterada. Hablé con Jenny en la terraza y volví a ver a Sharón, quizás algo de beber le vendría bien. Usé la copa con la botella de champán y se la ofrecí a Sharon. Al parecer, unos documentos importantes habían sido robados.
Acompañé a Sharon a casa para coger la copia de seguridad de los documentos robados. Por el camino fuimos atacados pero por suerte conseguí reducir al asaltante.