La primera fase final de Gales en una Eurocopa no pudo ir mejor. Pese a ser principiante, demostró ser un gran equipo y se convirtió en un rival muy incómodo para las grandes selecciones. Liderados por Gareth Bale, los jugadores de Coleman se clasificaron para octavos de final como primeros de grupos. El Expreso de Cardiffno se dejó nada a nivel de explosividad y poderío físico. Marcó en cada uno de los tres encuentros y dotó a su juego de intensidad extra con choques, saltos o arrancadas, una detrás de otra. Sus compañeros demostraron que esta selección no era solo Bale, pues en los opacos momentos del delantero otros compatriotas aparecían para brillar, pero su liderazgo fue evidente. Por su parte, Inglaterra acusó la falta de acierto de sus delanteros pero jugó bien y pasó como segunda, Eslovaquia también consiguió clasificarse al ser una de las mejores terceras y Rusia cayó a la última posición. (Foto de apertura: El defensa inglés Cahill disputa el balón con Bale).

Los aficionados sembraron el terror

La violencia en las calles de Francia fue la mayor lacra de la Eurocopa. Aficionados de muchas nacionalidades se vieron envueltos en peleas. Pero los ultras ingleses y rusos fueron los principales protagonistas. Antes del Inglaterra – Rusia las calles de Marsella fueron testigos de una auténtica batalla campal entre hinchas de las dos selecciones que dejó un desolador balance: dos fanáticos ingleses fueron hospitalizados en estado muy crítico y un total de 20 aficionados fueron hospitalizados, mientras que se produjeron seis detenciones. Estos altercados se trasladaron dentro del estadio, donde algunos radicales rusos subieron las barreras que les separaban de los británicos para darles patadas y puñetazos. Por este hecho, al menos diez personas fueron detenidas y la UEFA multó a la Federación Rusa de Fútbol con 150.000 euros. Además de amenazar a las dos selecciones con expulsarlas de la Eurocopa.

En Lille se sumaron los radicales de Gales, que se unieron a los de Inglaterra para enfrentarse a los rusos. Esto se saldó con la detención de 36 hinchas (entre los que se encontraban seis seguidores rusos implicados en los altercados del pasado sábado en Marsella)y otros 16 acabaron en el hospital. También se sospechó que podría haber incidentes en el Gales-Inglaterra, pero el partido se desarrolló sin ningún problema.

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Gales ganó el partido de los principiantes

Gales y Eslovaquia debutaban en una fase final del Campeonato de Europa de la UEFA con el sueño de hacer historia. Ambas selecciones salieron al terreno de juego motivadas, ilusionadas, con ganas de jugar y disfrutar. Avisaron primero los eslovacos pero los galeses se adelantaron antes en el marcador gracias a Gareth Bale, que anotó un gran gol de falta directa con la zurda. El equipo de Kozak apretó tras el gol y en el segundo tiempo llegó el empate cuando Duda batió a Ward con un disparo raso con la izquierda. El encuentro empezaba a pintar mal para Gales y Coleman dio entrada a Robson-Kanu. Este fue quien decidió el encuentro tras aprovechar un pase de Ramsey y marcar con la espinilla izquierda. A punto estuvo Eslovaquia de empatar pero la victoria fue para Gales. No obstante, ambas selecciones dejaron un partido muy bonito en su estreno europeo.

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Agridulce debut de Dier

Inglaterra había dejado atrás su juego conservador y mostró uno mucho más atrevido contra Rusia. Salió a por el partido desde el principio, sin especular. Creó un fútbol atractivo, atacó, presionó… Incluso los jugadores más jóvenes parecían experimentados veteranos. Uno de ellos fue Eric Dier. En su debut oficial con la selección inglesa realizó un gran despliegue en la medular y, junto a Rooney fue el motor del equipo durante buena parte del encuentro. Además, cuando mejor estaban los rusos, ilusionó a sus aficionados con un magistral lanzamiento de falta que supuso el 1-0. Pero el gol de Berezutski en el descuento debido a un error de la zaga inglesa empañó su buen partido y el de su selección.

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Legendario Hamsik

Marek Hamsik, actual máximo goleador de la historia del Nápoles, dejó a Rusia prácticamente eliminada en la primera mitad. La exhibición del centrocampista comenzó nada más arrancar el encuentro con un potente disparo que metió el miedo a la afición rusa. Un preludio de lo que pasaría después. A la media hora de juego, Hamsik lanzó desde 30 metros a Wiss, que recortó a Smolnikov y Beretzutski y batió al portero ruso con un tiro cruzado. Y al filo del descanso llegó el golpe definitivo a Rusia. Desde un costado, Hamsik dejó patente su clase con un espectacular disparo a la escuadra. Glushakov agitó el encuentro en el 80 con su gol de cabeza, pero el triunfo era eslovaco.

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Vardy y Sturridge reanimaron a Inglaterra

Gareth Bale alimentó la euforia de Gales con su segundo gol en torneo, de nuevo de falta. Gales había acorralado a su rival y parecía que iba a ganar el primer partido que disputaban ambas selecciones en una fase final de un gran torneo. Pero la entrada de Sturridge y Vardy tras el descanso cambió el trascurso del partido. La segunda mitad fue para Inglaterra. Los dos jugadores recién incorporados se situaron como referentes arriba y destrozaron a la selección dirigida por Cole. Primero Vardy puso las tablas en el marcador al rematar un balón suelto y en el tiempo de descuento Sturridge batió a Hennessey con la derecha para sellar la remontada de Inglaterra.

Gales perdió a Ledley

El gol de Vardy fue el primer varapalo para Gales. La lesión de Ledley, el segundo. El centrocampista se dolió de un golpe en su pierna izquierda tras un lance con Sturridge y tuvo que ser atendido. Al marcharse por su propio pie del terreno de juego parecía que no era nada serio y que podría continuar, pero no. Tuvo que ser sustituido por Edwards y los galeses notaron su ausencia. Afortunadamente para Cole, no sufría nada grave y podría disputar el encuentro decisivo ante Rusia.

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Eslovaquia jugó a empatar para seguir soñando

Kozak y sus pupilos eran conscientes de que un punto les vendría muy bien, por lo que jugaron al empate durante todo el encuentro. Inglaterra fue quien propuso juego y peligro, pero Eslovaquia supo jugar muy bien su partido. Se encerró en su campo y defendió perfectamente los constantes ataques rivales. La falta de acierto de los delanteros ingleses también jugó en su favor, pero, especialmente importante fue la actuación de Kozacik. El guardameta eslovaco estuvo soberbio cerrando los espacios a los arietes para dejar la portería a cero, algo que fue determinante para que su selección fuera una de las mejores clasificadas y estuviera en octavos.

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Festín para cerrar la fase de grupos

Gales concluyó la fase de grupos con una abultada goleada a una Rusia sin alma. Los números obligaban a los de Slutski a ser valientes y aconsejaban a los galeses ser cautos. Pero pasó justo lo contrario. La selección de Coleman salió sin titubeos y sentenció el partido en 20 minutos. Ramsey recibió un genial pase de Allen al espacio y picó la pelota ante la salida de Akinfeev para poner el 0-1 y Taylor hizo el segundo tras una rápida transición. En la segunda parte Gales le dejó espacios a Bale para que se luciera al máximo y éste no defraudó. En el minuto 67 remató con el exterior por encima del portero ruso y buen pase de Ramsey.

Slutski dejó el banquillo ruso

La catastrófica Eurocopa de Rusia tuvo duras consecuencias. La primera fue la marcha del seleccionador, Leonid Slutski, que ocupaba el cargo desde agosto del año pasado, cuando sustituyó al italiano Fabio Capello. "Otra persona tiene que ser el entrenador para preparar el Mundial de 2018", aseguró el técnico en rueda de prensa al finalizar el partido ante Gales. Días después La Unión de Fútbol de Rusia (UFR) anunció oficialmente el cese de Slutski como entrenador de la selección rusa agradeciéndole su profesionalidad en su labor al frente del equipo, al que clasificó para la Eurocopa de Francia, y le deseó éxitos en su carrera como entrenador del CSKA de Moscú, cargo que no dejó en ningún momento.