La condición de anfitriona de la selección de Holanda la situaba como una de las grandes favoritas, pero su grupo no era sencillo. Le acompañaban Francia, campeona del mundo, la República Checa, que se había paseado en la previa y quería confirmarse como selección grande y Dinamarca, en principio el equipo más débil, pero de la que se podía esperar cualquier sorpresa. Los holandeses vencieron sus tres partidos, pero no ilusionaron con su juego; fueron los franceses los que pusieron el fútbol en este grupo. (Foto de apertura: Holanda y Francia dominaron el grupo con solvencia).

Sobró la última jornada

La superioridad de Francia y Holanda y los caprichos del calendario propiciaron que tras la segunda jornada ya se conociesen los dos clasificados. Sólo faltaba definir el orden.

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Goleada para empezar

Francia mostró desde el primer partido su candidatura al título. Los campeones del mundo, guiados por un estupendo Zidane, bailaron a la selección danesa que lo intentó bien al principio, pero que terminó goleada. Pudo ser peor de haber estado más certeros los delanteros galos.

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Nedved mereció más

Los noventa primeros minutos fueron una auténtica exhibición del checo Nedved. El rubio del Lazio no consiguió que su equipo ganara. Su determinación fue heredada momentáneamente por el árbitro Collina, favorable a Holanda. El colegiado pitó un muy discutible penalti en el 90’ (foto) que transformó Frank de Boer.

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Con mucho oficio

La República Checa propuso un encuentro trabado a los franceses y éstos salieron airosos. A ello ayudó la gran actuación de Henry, que adelantó rápido a su equipo y asistió a Djorkaeff en el segundo, y sobre todo del meta Barthez, que sacó de quicio a los checos con sus paradas.

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Fácil pero sin convencer

Pese a derrotar por un amplio marcador a los daneses, la selección oranje se las vio y se las deseó para decantar su choque. Rijkaard acumuló hombres de ataque, pero tuvo que esperar a que Bergkamp se despertase para desequilibrar el marcador.

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Buen duelo de eliminados

Dinamarca y República Checa llegaban eliminadas a la última jornada, pero se tomaron muy en serio el encuentro. El partido se jugó a la carrera y sin miramientos en las entradas, animados por la permisividad del árbitro. Los daneses pusieron un ritmo alto, pero cuando les fallaron las fuerzas apareció la calidad de los checos y Smicer sentenció.

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Francia, rival de España

Francia y Holanda se presentaban a este duelo por el liderato sabiendo sus posibles cruces en cuartos: el que ganase, evitaría a España. Francia, a la que le valía el empate para ser líder, decidió sacar un equipo plagado de reservas y aún así, jugaron mejor que Holanda, extramotivada por jugar ante su público pero escasa de argumentos futbolísticos. Francia perdió y sería el rival de España en cuartos.