Italia volvió a demostrar que en las grandes citas se crece y fue claro dominador del grupo, con un juego ramplón pero fiado a una de las mejores parejas de centrales del torneo: Nesta-Cannavaro. Bélgica falló en casa en un grupo sencillo, pero los errores del meta De Wilde fueron una losa y Suecia no mostró la solvencia de la fase previa y también decepcionó. Turquía, liderada por un gran Hakan Sükür, dio la sorpresa venciendo en Bruselas al anfitrión para colarse en los cuartos de final. (Foto de apertura: los belgas intentaron parar a Italia de todoas las maneras posibles).

Tres de tres para Italia

La squadra azzurra se aprovechó del bajo nivel de sus rivales para, sin forzar la maquinaria, ganar los tres partidos. Suecia y Bélgica defraudaron en esta fase.

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Bélgica arrancó bien

Tres fallos garrafales marcaron el inaugural Bélgica-Suecia. El primero, del lateral sueco Nilsson que no despejó un balón fácil que supuso el primer gol belga. Otro, del árbitro Markus Merk que no vio cómo Mpenza se llevaba el balón con la mano en el segundo gol. Y el tercero, el más ridículo, del portero belga De Wilde que no supo controlar una cesión de Léonard y regaló el 2-1.

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Homenaje en Bruselas

Los jugadores de la selección italiana quisieron rendir homenaje a los 39 hinchas de la Juventus que perdieron la vida en el estadio del Heysel en la final de la Copa de Europa de 1985. Los jugadores italianos depositaron dos ramos de flores ante la tribuna Z del campo antes del partido que les enfrentaba a Bélgica. Los tifosi también recordaron el suceso (abajo).

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Ganó Italia con polémica

Las dudas creadas por el juego exhibido por Italia durante la preparación se convirtieron en alegría tras el triunfo ante Turquía. Eso sí, tuvo que ser el colegiado escocés Hugh Dallas el que facilitara la victoria italiana con un penalti inexistente.

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Se impuso el catenaccio

El partido se intuía aburrido, porque los italianos jugaban a no dejar jugar y los belgas no daban mucho de sí. Y así fue. Los de Zoff se adelantaron pronto gracias a un gran gol de cabeza de Totti y se dedicaron a conservar la renta. Cannavaro, Maldini, Nesta y sobre todo Toldo estuvieron soberbios. En una contra, sentenció Fiore y se acabó. Los azzurri ganaron como les gusta, al más puro estilo italiano.

Esta entrada de Vanderhaeghe fue una de tantas de los belgas.

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Tedioso empate a cero

Suecos y turcos se propusieron imitar el catenaccio que tan bien les funcionaba a los italianos que, por cierto, se clasificaban gracias a este empate en Eindhoven. Empate aburridísimo que no beneficiaba a unos ni a otros.

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De Wilde fue el enemigo

Sükür fue el héroe en Turquía y De Wilde se confirmó como villano en Bélgica. El guardameta volvió a dar la nota en el partido decisivo y condenó las opciones de su selección de alcanzar los cuartos. La organización podía ayudar con arbitrajes, pero contra tanto no podía luchar. En el primer gol, se dejó robar la cartera por Sükür, que fue a pelear un pelotazo de Abdullah. El balón botó tanto que dio tiempo al turco a llegar, saltar y cabecear entre los brazos de un irritante De Wilde.

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Ley del mínimo esfuerzo

Italia cerró la primera fase con su tercera victoria, que llegó de la misma manera que las dos anteriores: aplicando un fútbol bajo mínimos, en el que únicamente Del Piero intentaba poner algo de alegría. Por eso jugaba tan poco. Suecia lo intentó y estuvo cerca de despedirse con un empate, pero no aprovechó sus oportunidades de gol.