El grupo A reunía a dos históricos en horas bajas, Alemania e Inglaterra, con dos equipos en auge que curiosamente se habían clasificado de la mano, Rumanía y Portugal. La selección germana, campeona en 1996, acabó siendo la gran decepción del torneo, pero los ingleses no le anduvieron a la zaga. El juego anárquico de Rumanía le valió para ser segunda y Portugal, con tres victorias, se reveló como una de las grandes favoritas para llegar a la final. (Foto de apertura: Joao Pinto marcó un gol de cabeza para la historia).

Pleno portugués y ridículo de Alemania

El grupo A se presentaba desde el sorteo como uno de los más interesantes e igualados. Sin embargo, las dos selecciones con más nombre y en principio favoritas, Alemania e Inglaterra, decepcionaron desde el principio y cayeron eliminadas con justicia y con un balance desolador. Portugal, por su parte, brilló en esta fase con un gran pleno de victorias.

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Ultimátum a Inglaterra

La presencia de Inglaterra en el grupo propició que la organización centrase sus esfuerzos en la vigilancia de sus partidos. Especialmente cruentos fueron los incidentes en la previa del Inglaterra-Alemania, con cientos de heridos y otros tantos detenidos. La UEFA amenazó con expulsar a Inglaterra de la Eurocopa.

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Scholl rescató a Alemania

Alemania decepcionó y mucho en su estreno. La selección de Ribbeck demostró ser un equipo sin fútbol y sin la garra y el carácter ganador de otros tiempos. Rumanía, a la que le robaron un penalti, fue superior, pero el gol de Scholl anuló la ventaja inicial que dio el tanto de Ilie.

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Seaman fue el mejor de Portugal

Inglaterra tiró por la borda de forma incomprensible el gran trabajo realizado durante los primeros veinte minutos de su partido ante Portugal. En la remontada lusa destacó un nombre propio y no fue el de ningún jugador portugués. El protagonista fue Seaman, guardameta inglés, que firmó una actuación desastrosa. Portugal siempre creyó en una remontada histórica, que bien pudo acabar en goleada de haber estado más acertados.

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Gol fuera de hora

La suerte y el arbitraje volvieron a darle la espalda a Rumanía. Esta vez fue con un gol de Costinha fuera de tiempo, después de agotarse los cuatro minutos añadidos. Derrota injusta para los rumanos.

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El duelo estrella, penoso

El Inglaterra-Alemania confirmó la crisis de dos selecciones otrora dominadoras y que en esta Eurocopa fueron meras comparsas. Unos y otros igual, con el único recurso del pelotazo. Los ingleses, buscando la velocidad de Shearer y Owen y los alemanes, la estatura de Jancker. El tanto que rompió el 0-0 llegó, cómo no, a balón parado. Beckham botó una falta y Shearer cabeceó a placer, manteniendo intactas las opciones inglesas de llegar a cuartos.

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Las dos grandes, fuera

Los suplentes de Portugal dejaron en evidencia a una paupérrima Alemania, que se quedaba fuera de los ocho mejores por primera vez desde 1968. Conceiçao fue la estrella con sus tres goles. Mientras, en Charleroi, se la jugaban Rumanía e Inglaterra. Los de Keegan demostraron una vez más que estaban negados, y aún así estuvieron cerca de clasificarse. Pero Munteanu cogió el timón y Rumanía se lanzó a por la victoria, que llegó en el último suspiro con el gol de penalti de Ganea.

Munteanu hizo el empate y luego fue objeto del penalti decisivo.

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Ganea no se asustó

Rumanía tenía en el punto de penalti la posibilidad de entrar en cuartos. Tras el empate de Munteanu, hacía falta un gol más y Ganea, que había saltado al campo unos minutos antes, tenía la ocasión en el 88’ de lograrlo. Al delantero del Stuttgart no le temblaron las piernas y culminó una remontada histórica.