Con Sulaymonov empezó y acabó todo en Tayikistán

Se acabó, al menos hasta el 10 de mayo. La Federación Tayika de Fútbol permitió que hoy se disputarán los tres últimos partidos correspondientes a la cuarta jornada: Dushanbe 83-CSKA Pomir Dushanbe (2-1), Khujand-Regar-Tad AZ (2-1) y Lokomotiv-Pamir-Khatlon (2-3). En total vimos desde el pasado 4 de abril, 73 goles y 21 partidos (cuatro jornadas de Liga más la Supercopa). El último gol, de falta espectacular, fue de Sulaymonov, que también arrancó el curso con un zurriagazo increíble ante el Faykzand. Con él empezó y acabó todo. Fue un oasis en medio del desierto. Nos sirvió para conocer realidades que no existían. Para que fijáramos la mirada más allá de nuestro ombligo futbolístico. Muchos de los que nos leyeron hasta la fecha se engancharon, otros no entendieron nada y otros tantos miraron con desdén este fútbol. Otra lección más de La Resistencia de Tayikistán fue valorar el presente que tenemos. Son unos tiempos duros para todos. El encierro nos está agriando el carácter, pero a más de 8.000 kilómetros descubrimos un país desconocido. Nació una conexión mágica. Nos fijamos en su fútbol un ratito y ellos nos devolvieron al instante cariño con aquel “Stay strong, Spain! Tajikistan is praying for you!”. Y nos despedimos con la dedicatoria del último goleador: "To Spain I ❤️#LaResistenciaDeTayikistan".

En apenas cuatro jornadas disfrutamos de auténticos golazos: voleas en forma de chilena por parte de Manucho Jalilov (Istiklol), faltas increíbles ejecutadas por Sulaymonov (Lokomotiv) y el propio Jalilov, zapatazos como los de Barotov (Istaravshan), derechazos como el de Rusolov (Kuktosh), el instinto killer de Uzokov (Khatlon) o la capacidad rematadora con la cabeza de Sidorov (Khujand). Un fútbol a años luz del español, pero algunos de sus futbolistas, por tamaño y calidad, desprendían ese aroma como Alisher Jalilov (Istiklol). Porteros con solera como Ikromov (el uzbeko veterano del Khujand) o Godson (nuestro héroe ghanés del Khatlon). Había muchos ingredientes para disfrutar, y muchos de ellos desconocidos. También para criticar, pero había que reinventarse. Ése era nuestro reto y la lección. Ocupar y atender el presente para no lamentarnos por lo que teníamos (mucho fútbol y comodidades que no valorábamos) o por lo que llegará (sudokus de calendarios con cuentas de la lechera). Escribir y explorar un presente futbolístico que se disputaba a puerta cerrada.

Pero el presente de Tayikistán también se paró de golpe. Nos quedamos sin competición. Ojalá en Bielorrusia, Taiwán, Nicaragua o Burundi manden un mensaje a España como hicieron en este lugar enclavado en la Ruta de la Seda. Pero no seremos nosotros quienes nos pongamos el traje de un ‘Tebas tayiko’ para que su fútbol vuelva a toda costa. El país aún mantiene que no hay registrado ningún caso de COVID-19, pero han decidido parar en medio del Ramadán y con la visita oficial al país de un comité de la OMS. Nos quedamos sin el juego, que consistía en empezar de cero y darse cuenta que todo es igual, y diferente, al fútbol que jaleábamos en España hace un par de meses. Lo importante no era a qué equipo animabas, sino que (te) animaras. Nos vamos con el todopoderoso Istiklol líder de la competición igualado a puntos con el Leicester tayiko, el Khatlon, un equipo muy pobre de la ciudad de Bokhtar (cerca de la frontera con Afganistán) y con todos sus jugadores pertenecientes a la cantera, a excepción del ghanés Godson. No conocíamos mucho, pero descubrimos historias y equipos como el Khujand, que venía a ser el Barça de Tayikistán, y que no arrancó con buen pie. O históricos como el TadAZ, perteneciente a la fábrica de aluminio más importante del país, que atraviesa horas bajas. Todo ello bajo un denominador común, la pobreza y la falta de medios de los 10 equipos que conforman la liga tayika. El Istiklol, fundado por el alcalde de Dusambé (hijo del presidente del país), dominaba con puño de hierro en sus fronteras (seis títulos seguidos), pero en el ámbito de la AFC sufrió su particular ‘Jalifato’ (como el Villarato, pero en la Confederación Asiática), cuando el Al-Ahli ,de Arabia Saudí, les dejó, fuera en la previa de la Champions Asiática por un penalti inexistente en el último minuto por parte del colegiado tailandés. Nos enganchamos a un fútbol (que no negocio) y ahora en el día 43 con el Estado de Alarma en España nos quedamos sin él. Pero no estamos tristes sino agradecidos de haber encontrado una realidad que no sabíamos que existía.

Situación del país ante la pandemia

El país afirma que todavía no hay ningún caso oficial por coronavirus en el país. Pero fueron cerrando paulatinamente espacios públicos desde la fiesta de la primavera el pasado 20 de marzo, cuando salieron a las calles más de 40.000 personas. La situación estaba bajo control porque apenas habitan extranjeros en este país montañoso, con más de la mitad del territorio a más de 3.000 metros de altura. Tayikistán es uno de los países más pobres del mundo (es la economía número 148 por volumen de PIB y su renta per cápita es de 700 euros, por lo que se encuentra con esta cifra está en la parte final de la tabla, en el puesto 174 de 196, según el informe del FMI 2020). Su ministerio de Salud sostiene que la situación epidemiológica en Tayikistán es relativamente tranquila: en el primer trimestre de 2019 se registraron 5792 casos de neumonía, mientras que en el primer trimestre de 2020, sólo 5013. Esos son los datos oficiales. Otra cuestión es el control de fronteras, que complica mucho que no termine llegando el COVID-19 a estas tierras que tienen un fútbol que nos conquistó…