No perder músculo, el reto del futbolista en el confinamiento

Los cuerpos técnicos prácticamente no han frenado su actividad. Especialmente aquellos miembros cuyo trabajo es menos visible pero igual de trascendental. Preparadores físicos, fisioterapuetas o nutricionistas son los encargados en esta época de confinamiento de que los jugadores, que ya acumulan un mes sin pisar un terreno de juego, no pierdan músculo y mantengan un estado físico óptimo para regresar después con menos riesgos de lesiones y más cerca del nivel competitivo anterior.

Después de que Jaume Bartrés, preparador físico, explicara cómo entrenan los jugadores pericos en sus casas, ahora Robert Bausells, el nutricionista, da más detalles de cómo intentan evitar que la pérdida de entrenamiento de transforme en una caída muscular. “Hacemos un seguimiento diario con los jugadores a través de una aplicación. Nos tienen que enviar el peso cada día y la percepción que tienen de la fatiga después de cada entrenamiento”, comentó para los canales oficiales del club blanquiazul.

El objetivo de este control es especialmente “mantener la masa muscular y no ganar grada. El objetivo es mantener una composición corporal adecuada”. Una de las tareas es la de adaptar un menú para cada jugador en función de los parámetros que facilita el jugador. Grosso modo, “la recomendación es reducir los hidratos de carbono y aumentar las proteínas, ya que hay menos gasto calórico”. Incluso, el cuerpo técnico le ha dado a los jugadores un listado de empresas de reparto de comida a domicilio para que no tengan que moverse de casa y exponerse a algún riesgos innecesarios, después de que ocho jugadores hubiesen dado positivo (todos están ya curados).

Obviamente, y asociado al deterioro de actividad física, la alimentación intenta reducir la pérdida física, que por otro lado es inevitable: “Intentamos pulir, pero este parón afectará a la reducción de músculo y a la ganancia de grasa. Cuando volvamos a la actividad ya se verá”.