"Debe haber al menos dos o tres semanas de pretemporada"
Jaume Bartrés, preparador físico del Espanyol, explica cómo se entrenan los jugadores y apunta que necesitarán un periodo antes de competir.
Vive el Espanyol, y el resto de clubes de Primera con objetivos presentes en LaLiga, en vilo por el regreso o no de la competición mientras dura el Estado de Alarma a causa del Covid-19. El preparador físico, Jaume Bartrés, explicó cómo están trabajando los futbolistas en sus casas para no perder el tono muscular, pero avisa de que eso no será suficiente para que regresen a competir cuando se retome el campeonato como pretenden los organismos oficiales.
"No sabemos la fecha de regreso, por lo que no podemos plantearnos nada más. Cuando esto llegue, debe haber una preparación al margen de lo físico, porque los jugadores se van a desadaptar. Su regreso debe ser a nivel físico, mental, técnico y táctico. Si la pretemporada habitualmente son seis semanas, aquí debe haber al menos dos o tres para que haya unos mínimos. Y hay que pensar que estamos a final de temporada, con lo que eso conlleva", argumenta Bartrés.
Según la planificación que han realizado para este periodo de confinamiento, a los jugadores se les ha aconsejado que sigan una rutina como si nada de esto ocurriera. El objetivo es no perder el hábito. "Deben tener un horario para levantarse, un tipo de desayuno, unas pautas de entrenamiento y una comida adecuada, para que dentro de esta situación que viven, todo sea lo más parecido a su anterior día a día", afirmó. Algo que también recomienda a cualquier persona, que tire de "imaginación" para mantenerse en forma.
Obviamente, no todos los jugadores tienen las mismas ventajas en sus domicilios, por eso el club les ha entegado una bicicleta estática a cada uno y material, con tal de que todos tengan herramientas. Los jugadores tienen un plan semanal, "un microciclo general y luego otro específico, marcado por los médicos", mientras que les envían unas claves para que de descarguen un vídeo y poder hacer las rutinas de manera más amena. "Los jugadores nos pasan los resultados para poder controlarlos", cierra Bartrés.